Spoilers
I love New York, dice la bolsa que está sobre la cara del cadáver en un cuartucho perdido en Brooklyn, es una bolsa de nylon blanco con un esplendoroso corazón rojo. Abajo de este corazón y las letras negras hay un exiliado cubano, un gusano, un homosexual que salvó su condición de simple puto por pertenecer a la elite artística de los escritores. Reinaldo Arenas es el nombre del hombre que escogió vivir perdido y olvidado, pero eso sí, en el primer mundo. ¿Qué es mejor? Vivir en el pequeño país caribeño, lleno de color y vitalidad; o vivir perdido y olvidado en el gigante imperialista. Por lo menos en Cuba era perseguido, en New York era otro ladrillo del gigantesco muro. ¿En verdad será mejor ser cabeza de ratón, que cola de león?
Cuba: Reinaldo Arenas (Javier Bardem), Guajiro de Oriente, nació en Holguín en 1943. Desde niño mostró una sensibilidad para la poesía, lo que le causó problemas con su padrastro (Pedro Armendáriz) y a los 12 años, decidió salir de casa y unirse al ejercito rebelde. Alternando pietaje de archivo con imágenes filmadas, la película adquiere un tono documental con la tónica de finales de los años 50 y 60, a veces en silencio y a veces acompañada por un magnífico score musical de Lou Reed y Laurie Anderson. Con la Revolución de Fidel Castro, Reinaldo entra como investigador en la biblioteca Nacional José Martí (1963-68), fue editor para el Instituto Cubano del Libro y más tarde periodista y editor de la revista La Gaceta. Su primera novela “Celestino antes del alba” (1967), ganadora de un premio, fue la única obra publicada en Cuba.
Filmada en Veracruz, ciudad gemela de La Habana, Antes que anochezca es una critica menos mordaz que Azúcar Amarga y representa en sus escenas el reproche que va de boca en boca acerca de la represión que se sufre en la isla, cosa que a mí no me consta y se muestra casi como sátira en la película Fresa y Chocolate. La cámara del director Julian Schnabel se asoma apenas al mundo de los intelectuales gays, al mundo de Lezama Lima y Heriberto Zorilla Ochoa, nos muestra con mayor detalle la forma de vida abierta y a veces desenfrenada de los homosexuales en las calles y las playas, hace evidente la doble vida que juegan ciertos sectores y que en realidad se da en muchos sectores no solo de Cuba, sino del mundo. Diseña coreografías de flirteos y provocaciones ante la milicia, cosa que sumerge al espectador cinematográfico en su butaca y pocos escapan a ser retratados. Expone ésta condición del hombre como el motivo principal de la cacería y persecución. Lo cierto es que Cuba es cuna de grandes manifestaciones literarias, sean impresas en papel o acompañadas de melodía y música. El director Schnabel es también pintor y el estilo visual del filme va muy de acuerdo al tema y la problemática, el manejo del tiempo y ritmo de la historia es en verdad acertado, pues maneja la atención del espectador a su gusto, hay secuencias de mucho movimiento y cortes rápidos, otras lentas que enmarcan la trama de manera extraordinaria. La secuencia final es lenta y tediosa, parece que nunca va a terminar; igual que la vida de Reinaldo en sus últimos minutos. Antes que anochezca no es una película política, es una biografía íntima que muestra los sentimientos del personaje principal y sus diversas y audaces andanzas.
Este marielito (así se les llama a los que salieron en éxodo masivo del puerto de Mariel hacia Florida en 1980) volteó los ojos al norte buscando libertad, quería huir de la isla que lo censuró, que lo obligó a sacar de contrabando el manuscrito de su novela “El mundo alucinante” (1969) para ser publicada en Francia, quería huir de las manos que lo encarcelaron por sus escritos y homosexualidad abierta y declarada, quería huir del extraño y casi morboso amor de su madre, del abandono de su padre, en fin, de su vida. ¿A dónde llegó? A la gran manzana, a disfrutar de la nieve y el frío, de la comida de bebé en frasquitos, de la ignorancia, del olvido... Llego para ser nadie porque para ser alguien, uno debe tener mucha, pero mucha plata.
Acostado en un sofá, a manera de diván, sus pulmones reventados por el SIDA emitían leves rechinidos, como queriendo ser escuchado, como queriendo reafir-mar su condición de rata de ciudad. Sólo hay una salida digna y le pide a Lázaro (Olivier Martinez), su último y verdadero amor, que no le permita a su cuerpo abdicar, pues su postura ante la vida siempre fue de acción. Lázaro lee en voz baja un poema, Reinaldo duerme, el primero toma una bolsa de nylon blanco; En la bolsa se lee: I Love New York.
“Yo me quedo, con todas estas cosas, pequeñas, silenciosas, con esas yo
me quedo.”
Pablo Milanés
Imagen © 2000 Grandview Pictures
Grandview Pictures
2000
125 minutos
Dirigida por Julian Schnabel
Escrita por Cunningham O'Keefe, Lázaro Gómez Carriles y Julian Schnabel, basados
en el libro autobiográfico de Reinaldo Arenas
Elenco:
Javier Bardem .... Reinaldo Arenas
Olivier Martinez .... Lázaro Gómez Carilles
Andrea Di Stefano .... Pepe Malas
Johnny Depp .... Bon Bon/Teniente Víctor
Sean Penn .... Cuco Sanchez
Michael Wincott .... Herberto Zorilla Ochoa