Sin rodeos... veo difícil que en los meses venideros surga una película que desbanque a "Tráfico" como la mejor cinta del año. Cada elemento de esta cinta, cada actuación, cada diálogo, se entrelaza hasta formar una compleja historia profunda en su significado y devastadora por sus connotaciones. Si alguien dudaba del talento de Steven Soderbergh como cineasta maduro, luego de los juveniles malabares estilísticos de "sex, lies and videotape" y "Kafka", ésta es la confirmación.
"Tráfico", al igual que "JFK" o "The Doors" pertenece a ese ambiguo género en el que la cámara se convierte en un narrador subjetivo de la historia, en la que los hechos no son tan importantes como el modo en que se cuentan. No digo que lo que aparece en "Tráfico" sea mentira... de hecho, estoy casi seguro de que es dolorosamente honesta... pero la veracidad de los hechos es sólo un complemento del impacto que busca provocar. Y más importante, creo que presenciamos, si no el nacimiento, sí la validación de un estilo narrativo que renovará el cine de la siguiente década.
Pero vamos por partes.
"Tráfico" cuenta varias historias relacionadas entre sí por el omnipresente fantasma del tráfico de drogas, desde todos los aspectos: quiénes la distribuyen, quiénes la usan y quiénes combaten esta actividad, a diferentes niveles. Los personajes principales son Javier, un excepcionalmente honesto policía de la ciudad de Tijuana, quien tenazmente lucha por el bienestar de su comunidad, aunque esto lo ponga en situaciones es que lamentará amargamente. En un nivel completamente diferente está Robert Wakefield, un oficial de alto rango en el gobierno de los Estados Unidos, quien tiene a su cargo la organización de la eterna guerra contra las drogas. Sin embargo, no hace falta que Wakefield salga de casa para encontrar el problema frente a frente. La tercera protagonista es Helena Ayala, la refinada esposa de un próspero empresario que sin previo aviso se ve directamente envuelta en una cadena de distribución de droga cuya existencia hasta el momento ignoraba.
En esta película no hay lecciones fáciles ni moralejas baratas. Los hechos se presentan fríamente, los personajes se las arreglan para enfrentar sus particulares situaciones del mejor modo que pueden y el resultado final es un tapiz de experiencias que muestran las dos caras de la moneda, incluso agregando un buen análisis de las causas de la prosperidad del tráfico de estupefacientes.
Hace un momento mencioné un nuevo estilo narrativo; en efecto, Soderbergh tiene el valor de dejar "colgando" la mayor parte de las escenas. Nunca explota las obvias consecuencias de los hechos que viven sus personajes. En vez de eso, prefiere dejar las cosas al aire, dándole al público la tarea de juzgar o interpretar las cosas como mejor parezca. La decisión de hacer esto resulta en una película dinámica, que plantea preguntas en vez de endilgar respuestas, y que mantiene su integridad al no buscar congraciarse con el lado amable o moralista de la sociedad.
En el pasado, Soderbergh ha logrado extraer extraordinarias actuaciones de su elenco; esta no es la excepción: Benicio del Toro y Don Cheadle brillan particularmente como policías (uno mexicano, el otro norteamericano) con métodos e ideologías distintas, pero válidas. Erika Christensen entrega una actuación extraordinaria como la adicta hija de Michael Douglas, a la vez atractiva y lastimosa; por otro lado, el mismo Douglas se ve algo acartonado, aunque aprovecha valientemente su edad madura para dar adicional credibilidad a su personaje. Incluso Catherine Zeta-Jones muestra su talento frente a las luminarias que la acompañan.
La cinematografía es una herramienta más que usa el director para facilitar la narrativa. Los cambios de color en la cinta, además de ayudar a la ambientación, dan identidad inmediata a las muy variadas locaciones en que se desarrolla la película. Podrá parecer un vacío ejercicio de estilo y floritura visual, pero en realidad es un respaldo del entretejido pero preciso guión, y mantiene perfectamente claro el flujo de las historias.
En resumen, "Tráfico" representa un increíble esfuerzo, una cinta madura,
profunda y significativa, cuyo tema no podría estar más de moda, pero que
no por eso elije la salida fácil de la moraleja tranquilizadora. Una valiente
cinta, de indiscutible valor y de obligada asistencia.
Calificación: 10
Imagen © 2000 USA Films
USA Films
2000
147 minutos
Dirigida por Steven Soderbergh
Escrita por Stephen Gaghan, basado en la miniserie escrita por Simon Moore
Elenco:
Michael Douglas .... Robert Wakefield
Don Cheadle .... Montel Gordon
Benicio Del Toro .... Javier Rodriguez
Luis Guzmán .... Ray Castro
Dennis Quaid .... Arnie Metzger
Catherine Zeta-Jones .... Helena Ayala
Steven Bauer .... Carlos Ayala
Jacob Vargas .... Manolo Sanchez
Erika Christensen .... Caroline Wakefield
Clifton Collins Jr. .... Frankie Flowers Miguel Ferrer .... Eduardo Ruiz
Topher Grace .... Seth Abrahams
Amy Irving .... Barbara Wakefield