Gracias John Boorman.
Desde hace años estoy esperando una película de espías que no glamorize ese obscuro oficio y que muestre la horrible verdad atrás de aquellos que arriesgan su vida diariamente por algún impulso patriótico o egoísta que los conduce a una vida de paranoia, terror y traición.
Aunque "El Sastre de Panamá" no cumple al cien por ciento con este criterio, representa un muy agradecido y necesitado cambio respecto a las cintas de espías convencionales. Películas como las de James Bond o las dos de "Misión Imposible", aunque pretendan ser de espionaje, son meros espectáculos hollywoodenses, totalmente vacíos y carentes de significado; incluso diría irrespetuosos de los temas que tratan.
"El Sastre de Panamá", basada en una novela escrita por uno John Le Carré, uno de los titanes literarios del género, es una especie de comedia de humor negrísimo, que a la vez retrata el mundo de los espías y satiriza su influencia en el modo como los países conducen su política.
En la cinta conocemos a Andy Osnard (Pierce Brosnan), un agente de MI-6 (el servicio de inteligencia británico) con un historial muy irregular. Evidentemente ha hecho cosas buenas, pero sus indiscreciones románticas han sido objeto de inapropiado escrutinio, por lo que el gobierno británico decide no despedirlo (tanto por su valor como operativo como por el riesgo de seguridad que eso representaría), sino enviarlo por un tiempo a un lugar apartado donde no pueda hacer mucho daño. Así, Osnard termina en Panamá, trabajando como agregado de inteligencia en la embajada británica. Entonces, para lucirse en su nuevo puesto, Osnard empieza a buscar un contacto con posible información política. Cuando encuentra a Harry Pendel parece haber dado en el blanco. Pendel es un expatriado británico trabajando como sastre de la elite económica y política de Panamá, codeándose con quienes toman las decisiones sobre el país. Adicionalmente, su esposa trabaja para la Administración del Canal de Panamá, lo que le puede dar a Osnard un muy valioso ángulo para espiar en los manejos de ese importante punto estratégico. Obligado por necesidad económica, Pendel acepta a regañadientes ser el informador de Osnard. Entonces ambos hombres empiezan, por accidente o por diseño, a crear una elaborada red de conspiraciones que pueden o no existir, y cuyas consecuencisa se extienden mucho más allá de donde los protagonistas hubieran creído posible.
Tal vez mi detector de sarcasmo está fallando por excesivo uso, pues no sé qué tanto de la segunda mitad de la cinta es una farsa política y queé tanto es en serio, pues conforme la trama avanza se hace más y más envuelta y exagerada; prefiero pensar que su intención es satirizar el modo en que las potencias mundiales controlan el destino del mundo basándose en fundamentos inexactos en el mejor de los casos y totalmente absurdos en el peor. Como tal, "El Sastre de Panamá" es una joya del cine político, a la par de obras magnas como "Wag the Dog" o la clásica "Dr. Strangelove".
Para ser una cinta independiente, financiada por el gobierno irlandés, "El Sastre de Panamá" muestra excelentes valores de producción, desde sus hábiles actores hasta su apropiado uso de locaciones y música para adquirir un tono y estilo muy diferente al del cine hollywoodense. Pierce Brosnan y Geoffrey Rush tienen una gran dinámica, y Rush muestra una vez más cómo la exageración y la sobreactuación son en ocasiones el camino más apropiado y que sabiéndolos usar se convierten en útiles herrmientas de un actor real. Jaime Lee Curtis tiene también un muy buen papel, y aunque es algo corto se las arregla para lucirse con su difícil elección de reacciones ante los líos en los que se mete su esposo.
Debo aclarar que "El Sastre de Panamá" no es una película de acción. No
se dispara un sólo tiro, y no hay persecuciones a alta velocidad (bueno, de
hecho hay una, pero es deliberadamente anti-climática y patética, para enfatizar
la desglamorización del género). En vez de eso, tenemos un estudio de carácter
y un complicado juego intelectual entre dos confundidos personajes, así como
un satírico análisis sobre el espionaje y política interna de las superpotencias.
Muy recomendada y ojalá vengan más como ésta.
Calificación: 9
Imagen © 2001 Miramax Films
Columbia Pictures, 2001
109 minutos
Dirigida por John Boorman
Escrita por Andrew Davis, John Le Carré y John Boorman, basados en la novela
de Le Carré
Editada por Ron Davis
Elenco:
Pierce Brosnan .... Andrew Osnard
Geoffrey Rush .... Harry Pendel
Jamie Lee Curtis .... Louisa Pendel
Leonor Varela .... Marta
Brendan Gleeson .... Mickie Abraxas
Harold Pinter .... Tío Benny
Catherine McCormack .... Francesca Deane
Daniel Radcliffe .... Mark Pendel