Cada vez que veo una película de David Lynch siento que me cambia
en algún modo. Mi percepción del mundo se altera un poco, o
se modifica mi opinión acerca de alguna cosa, o me cuestiono sobre
algo que hasta ese momento no había considerado. Creo que esa es la
intención de este asombroso director. Sus películas tienen con
frecuencia una calidad, un tono, muy parecido al de los sueños. La
que para mi es su obra maestra, "Lost Highway", es la cúspide
de este estilo, combinando imágenes, actuaciones y cinematografía
indescriptibles, removiendo cosas en nuestro cerebro y mostrándonos
la cara oculta de lo cotidiano.
Este tema está presente en todas sus obras, y aunque no sea inmediatamente
aparente, también tiene su lugar en "Una Historia Sencilla",
aunque en ella, por primera vez, veo a Lynch reducirse al uso de una herramienta
narrativa clásica: la "road movie". Aunque podría
alegarse que "Wild at Heart" también caía en este
género, no creo que ese factor sea una parte fundamental de la trama,
así que lo voy a ignorar.
"Una Historia Sencilla" cuenta la historia, basada en un hecho real,
de un anciano que pretende visitar a su hermano, que vive a aproximadamente
500 kilómetros de distancia, y quien acaba de sufrir un ataque. Al
no tener medio de transporte más adecuado, decide realizar el recorrido
en su podadora de pasto, todo enmarcado por los campos de maíz del
medio oeste de Estados Unidos. Como en todas las películas de este
género, el protagonista encontrará a diferentes personajes,
con diferentes actitudes, que irremediablemente tendrán influencia
mutua. Y esta influencia es la clásica motivación para hacer
que el viaje literal tenga una contraparte en el terreno espiritual. El viajero
es cambiado por su experiencia a la vez que cambió a quienes encontró
en su recorrido.
Esta es la fórmula básica que el director sigue al pié
de la letra. Afortunadamente, los actores realizan un magnífico trabajo
al tocar todos los puntos necesarios, y el guión no teme darle a su
protagonista una ambivalencia moral que lo hace todavía más
humano.
Richard Farnsworth es en esta cinta más que un actor; es la personificación
arquetípica del anciano curtido por el tiempo, física y emocionalmente,
pero aún con sentimientos vivos y fuertes, imposibles de negar. Su
actuación lleva el peso de la película, y es un tributo a su
talento el que sigamos interesados en cada paso de su historia. Como una cebolla,
va mostrando poco a poco las capas que componen su mentalidad. No hay revelaciones
sorpresivas; no hay explosiones de mal carácter, ni sentimentalismo
fácil. Todo es pausado, dándose su tiempo para contar la historia.
Los actores secundarios también tienen gran participación en
la credibilidad de la película. Sissy Spacek en particular, tiene un
papel muy demandante como la hija del anciano. En sus muy pocas escenas debe
expresar la gran carga emocional que su personaje lleva, para que más
tarde tengan fuerza las revelaciones que sobre ella se hacen.
Al principio de la película me pareció que, teniendo paisajes
asombrosos a su disposición, el decano cinematógrafo Freddie
Francis tomaba decisiones muy extrañas que resultaban en escenas excesivamente
deslavadas. Pero conforme avanza la película, la paleta va ganando
vida hasta rebozar con los colores del otoño, sin duda como paralelo
del viaje del protagonista. Que gran detalle.
Pero, en resumen, aunque esta es una buena película, no me dejó
totalmente satisfecho. No está presente esa calidad onírica
inefable del resto de la obra del autor. Si fué una decisión
conciente o no, no podría decirlo. Por lo menos los estudiosos de la
simbología de las películas de Lynch se alegrarán de
saber que la casa en llamas hace su puntual aparición, aunque la única
referencia a los búhos sea un "Oooo", lejano en una escena
nocturna. Bueno, como sabemos "los búhos no son lo que aparentan".
Recomendada en general, pero podría desilusionar a los fanáticos
de Lynch.
Calificación: 7
1999
111 Minutos. Clasificación A.
Dirigida por David Lynch.
Escrita por John Roach y Mary Sweeney
Elenco:
Richard Farnsworth .... Alvin Straight
Sissy Spacek .... Rose Straight
Harry Dean Stanton .... Lyle Straight
Everett McGill .... Tom el vendedor
John Farley .... Thorvald Olsen
Kevin P. Farley .... Harold Olsen
Jane Heitz .... Dorothy