Me da mucho gusto presenciar lo que considero es el renacimiento del cine
de horror. Luego del terrible anquilosamiento en que lo dejó la racha
de películas "slasher" (¡y vaya racha! Casi 20 años...),
ya era hora de que el género diera una vuelta hacia lo supernatural.
Espero que el éxito de "El Sexto Sentido" y "El Proyecto
de la Bruja de Blair" sirvan como estímulo para que esta tendencia
sea algo más que un capricho pasajero motivado por éxito de
taquilla (sí, y también espero que tengamos paz mundial, y de
paso que se invente la teletransportación).
"Ecos Mortales" trata de la odisea emocional que sufre un trabajador
de teléfonos luego de ser hipnotizado en una fiesta. Según lo
explica el guión, la sesión hipnótica dejó "puertas
abiertas" en su mente, de modo que ahora es sensible a los fenómenos
paranormales, que en su casa aparentemente abundan.
La trama es muy bien llevada, y aunque peca de predecible, maneja bien el
suspenso al usar personajes inteligentes, que no necesitan muchas pistas para
saber a donde van las cosas. Entre los mencionados personajes está
el hijo del protagonista, que tendrá alrededor de 5 o 6 años,
y cuyo comportamiento hacia los fenómenos paranormales que experimenta
la familia hará que esta cinta sea injustamente comparada con "El
Sexto Sentido". Digo injustamente porque "Ecos Mortales" funciona
muy bien por sí misma, contando una buena historia (aunque no muy novedosa),
y cumpliendo con su propósito de asustar, todo gracias a un preciso
guión y a las excelentes actuaciones de Kevin Bacon, Kathryn Erbe y
Zachary David Cope.
Además, si quisiéramos profundizar más, "Ecos Mortales"
está basada en una novela de 1958, escrita por el gran Richard Matheson,
responsable de por lo menos el treinta por ciento de los antiguos episodios
de "Twilight Zone" (alias "Dimensión Desconocida"),
de modo que tal vez fué "El Sexto Sentido" la que tomó
prestados ciertos elementos, y no al contrario.
Sin embargo, es innegable que el éxito de la película descansa
sobre los hombros de Kevin Bacon. Su personaje está muy bien dibujado,
y su actuación complementa perfectamente para lograr una resonancia
emocional con el público. Bacon es de los pocos actores contemporáneos
que sabe ampliar el sentido de los diálogos con detalles de expresión
corporal o facial, con mejores y más sutiles resultados que las gesticulaciones
desesperadas de Tom Cruise o la rígida gelidez de Ralph Fiennes.
La cinematografía igualmente resalta por su sutileza. Los personajes
son gente trabajadora, de clase media, y el director de cámaras ha
elegido acertadamente una plástica sencilla, sin adornos innecesarios
que distraigan de la historia y la conviertan en otra cosa. No hay niebla
atmosférica, ni iluminados azules, ni juego de cámaras sacados
de MTV. Esta fué una gran decisión que aplaudo luego de la psicosis
visual de "Estigma" y "El Día Final" (¡Aarrgh!
Ya había logrado olvidarme de ella) que busca falsamente crear reacción
que el argumento no logró.
Ampliamente recomendada para todos, especialmente fanáticos del género
y para aquellos desafortunados que vimos "Murciélagos". Esta
película es un buen antídoto que nos muestra el querido género
en su mejor forma.
Calificación: 9
1999
99 Minutos. Clasificación B.
Dirigida por David Koepp
Escrita por David Koepp, basado en la novela de Richard Matheson
Elenco:
Kevin Bacon .... Tom Witzky
Kathryn Erbe .... Maggie Witzky
Illeana Douglas .... Lisa
Zachary David Cope .... Jake Witzky
Kevin Dunn .... Frank McCarthy
Conor O'Farrell .... Harry Damon
Liza Weil .... Debbie Kozac
Jennifer Morrison .... Samantha Kozac