En ocasiones he mencionado que la parodia es mi forma favorita de comedia cinematográfica. Y a diferencia del "slapstick", la parodia mejor funciona entre menos evidente sea. Entonces, mientras que burdas películas como "Scary Movie" resultan divertidas, se requiere la mano de un experto para encontrar el afilado punto en el que la parodia es más aguda y a la vez más sutil.
"Cuéntame Tu Vida" reposa cómodamente en este punto. Y no se esperaría menos de un escritor tan bueno como David Mamet.
En la trama de "Cuéntame Tu Vida" (pésima, pésima traducción del título. No sólo es inexacta; tampoco no tiene sentido alguno en el contexto de la película... ¿quién cuenta su vida? ¿a quién?. De los peores títulos hispanos en tiempos recientes) conocemos a un grupo de cineastas californianos en busca de la locación adecuada para filmar la película "El Viejo Molino". Cuando creen haber encontrado el sitio ideal en el pequeño pueblo de Waterford, parece que sus problemas se han resuelto, cuando en realidad apenas comienzan. La producción está en dificultades económicas, las estrellas tienen conflictos con el director (y con la ley) y los aparentemente mansos habitantes del pueblo son más listos y sofisticados de lo que parecen. Cuando un desafortunado incidente en la esquina de las calles State y Main pone en peligro la filmación, comienza el conflicto real: artista contra empresario, moral contra cinismo y creatividad contra capricho.
Aunque "Cuéntame Tu Vida" es una comedia no busca generar carcajadas ni escandalizarnos con las dudosas actitudes de sus personajes. El punto de la cinta es retratar con el más fino desprecio las interioridades de una producción cinematográfica y los contrastes entre la "gente de cine" y la "gente normal", y mostrar que los vicios y virtudes de unos se reflejan fácilmente en los otros.
Como escritor, David Mamet es fantástico. Sus guiones no son siempre creíbles, y con frecuencia rechinan un poco en su búsqueda de coherencia. Pero Mamet está tan enamorado del idioma y se regodea tanto en sus tremendos diálogos que cuando sacrifica significado por belleza de parlamentos se le disculpa totalmente. En su caso las palabras mismas y sus interacciones se convierten en parte del significado y los diálogos definien más a los personajes que cualquier característica física o emocional que transmita el actor.
Como director, Mamet es firme, aunque un poco frío. Nunca deja que sus actores se salgan de control, y el resultado son películas demasiado estructuradas, casi coreografiadas, donde no hay mucha espontaneidad ni frescura. Personalmente encuentro esto muy satisfactorio. Es común ver películas amorfas, guiadas únicamente por el carisma de sus "estrellas" e ignorantes de estructura u orden narrativo. Supongo que no hay muchos directores que se ganen el respeto suficiente para contrarrestar esto, convertiéndose en dictadores y férreos defensores del guión. Woody Allen es uno de ellos. Stanley Kubrick era otro. Y definitivamente lo es David Mamet.
Los actores de "Cuéntame Tu Vida" tienen perfecto desempeño y junto con el guión, son lo mejor de la película. William H. Macy como el sufrido director muestra tal ambivalencia moral que es imposible catalogarlo... ¿es un vil manipulador que controla a todos según sus caprichos o un auténtico artista buscando el punto medio entre negocios y arte?. Philip Seymour Hoffman es el escritor despreciado por todos hasta que se requieren sus servicios. Su personaje está algo cansado del artificial mundo del cine y encuentra en una mujer del pueblo un muy apreciado cambio. La mujer es interpretada por Rebecca Pidgeon, esposa de Mamet. Pidgeon es una fantástica actriz, y es una pena que sólo encuentre trabajo en las películas de sus esposo. Su inusual presencia agregaría variedad y talento a muchas películas contemporáneas. Alec Baldwin y Sarah Jessica Parker como las mimadas estrellas son absolutamente perfectas mezclas de ego e inseguridad. Baldwin en particular se divierte con su papel de galán interesado sólo en los vicios a los que su posición le da acceso.
"Cuéntame Tu Vida" es una fiel (supongo) e incisiva sátira del mundillo
de Hollywood. Su premisa no es muy original (el episodio de los Simpson titulado
"Radioactive Man" cubre el mismo terreno) pero la ejecución es magnífica.
Sin ser una comedia de carcajada, divierte mucho por sus inteligentes comentarios
sobre el impulso creativo y la condición humana. Muy recomendada, especialmente
para fanáticos del cine, para tener un cínico atisbo de lo que ocurre detrás
de las cámaras.
Calificación: 9
Imagen © 2000 Fine Line Features
Fine Line Features
2000
105 minutos
Dirigida y escrita por David Mamet
Editada por Barbara Tulliver
Elenco:
Philip Seymour Hoffman .... Joseph Turner White
William H. Macy .... Walt Price
Rebecca Pidgeon .... Ann
Alec Baldwin .... Bob Barrenger
Sarah Jessica Parker .... Claire Wellesley
David Paymer .... Marty Rossen
Julia Stiles .... Carla
Clark Gregg .... Doug Mackenzie