Pícaros Ladrones, por Pablo

Parece ser que al director Woody Allen está formando un círculo con su carrera fílmica. A principios de los setentas su obra era primordialmente la comedia situacional, con frecuencia acompañada del famoso "slapstick"; sus películas se parecían más a los cortos de los Tres Chiflados que a las solemnes producciones de Ingmar Bergman. Pero conforme su éxito comercial se cimentaba, su enfoque cambió al del análisis de las relaciones humanas, tema que ha desarrollado a lo largo de los años, aunque casi nunca exento del humor que lo caracterizaba.

Posteriormente inició su etapa "Bergman", en la que homenajeaba (o plagiaba, según sus detractores) al director sueco. Durante este período sus películas se centraron en la miseria de la condición humana, y aunque muchas veces acompañadas de humor, su consabida neurosis era patente y el tono cínico y pesimista de sus guiones polarizó a las audiencias. Algunos aplaudieron el que utilizara su talento para cosas más serias. Otros lamentaban la nueva pretensiosidad en las obras de Allen y añoraban las comedias picarescas de antaño.

Sin querer caer en el amarillismo, puedo señalar que esa etapa duró hasta principios de los noventas, cuando los problemas familiares y legales del director lo llevaron a escribir y dirigir películas bastante profundas y personales como "Esposos y Esposas", "Crímenes y Fechorías" y desde luego, "Hannah y sus Hermanas". Pero de unos años para acá, el círculo se completa con un regreso a las comedias más puras, aunque mucho más sofisticadas que las de los setentas. Es así como "Pícaros Ladrones" comparte mucho más tema con sus películas recientes como "Todos Dicen Que Te Amo", "Balas Sobre Broadway" y "Manhattan Murder Mystery". De hecho, el tema "noir" de esta última la hace la más parecida a "Pícaros Ladrones".

En esta película, Allen encarna a un patético ladronzuelo, aparentemente reformado, pero continuamente añorando su época de delincuente. Entonces, se le ocurre la idea de rentar un local, poner un negocio como mero frente y cavar un túnel hasta la bóveda de un banco cercano, con lo que sus problemas económicos se verán resueltos. Para esto recluta a dos aún más patéticos malvivientes, que ayudarán a financiar la renta del local. Frenchy, la esposa de Allen (en una extraordinaria actuación de la destacada comediante Tracy Ullman), se rehúsa inicialmente a que su esposo participe en la arriesgada empresa, pero finalmente accede, incluso ofreciéndose a manejar el negocio que usarán como fachada para encubrir su operación. Dicho negocio (de venta de galletas caseras) en poco tiempo dá fantásticos resultados; eso, junto con la profunda incompetencia de Allen y sus dos amigos para robar el banco, orillan al equipo a descartar la misión y apoyar el negocio de galletas. Las cosas parecen ir de maravilla, pero como siempre ocurre en este tipo de cintas, el dinero no compra la felicidad y las cosas no son lo que aparentan.

"Pícaros Ladrones" tiene dos elementos muy importantes a su favor: un hábil guión, que si bien peca de simplicidad, sobresale por la excelente caracterización que hace de los personajes; y perfectas actuaciones que dan vibrante vida a los patéticos caracteres. La verdad ya no sé si Allen actúa bien o mal... siempre hace el mismo papel y sus tartamudeos y absurdos gestos son tan propios que es imposible juzgarlos por mérito propio... son parte de Allen y punto. Pero son tres actores los que se roban la cinta: la mencionada Tracy Ullman como la paciente y sufrida esposa que sufre una sutil transformación durante la cinta, resultado de sus experiencias como nueva rica; Michael Rapaport como el clásico bobo de buen corazón; y Elaine May como la prima de Ullman, considerada como una tonta y metida accidentalmente en el plan, pero extrañamente quien con mayor facilidad se adapta a las nuevas situaciones que se presentan a los protagonistas.

Esta nueva obra de Woody Allen no representa algún pináculo en su carrera, pero definitivamente se recomienda por su fina confección y franca hilaridad. Muy simpática, con muy buenas actuaciones y mejor estructurada que casi todas las comedias anteriores del mismo director.

Calificación: 9

Pablo

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Pícaros Ladrones (Small Time Crooks)

Pícaros Ladrones
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