Romeo Debe Morir, por Pablo

Uno más de los expatriados que emigraron a los Estados Unidos cuando China retomó Hong Kong fué Jet Li. Este extraordinario artista marcial ha tenido una gran carrera en su país natal, y no fué sino hasta su participación en "Arma Mortal 4" (lo único que disfruté de esa película, por cierto) que los productores de Hollywood lo tomaron en consideración para promoverlo a películas donde Li fuera el protagonista. Esto en gran medida es el resultado de la aceptable respuesta económica que han tenido las películas norteamericanas de Jackie Chan y John Woo. Finalmente se les empieza a dar crédito a los creadores de la nueva plástica del cine de acción, quienes revitalizaron el género luego de la tediosa rutina en que había caído.

El problema con esta tendencia es que el estilo Hong Kong no combina al cien por ciento con el estilo de acción de Hollywood (que podríamos llamar "el estilo Bruckheimer"), de modo que la mezcla no siempre garantiza los resultados deseados.

"Romeo Debe Morir" es una muestra perfecta de esta mezcla; la película basa su premisa en la multi-adaptada obra de William Shakespeare "Romeo y Julieta", pero del modo más tangencial: dos "casas" en conflicto (la mafia norteamericana y la china), un hombre y una mujer de bandos opuestos se unen para intentar acabar con el conflicto y la acción kung fu no se hace esperar.
Los actores son adecuadamente competentes; la cantante Aaliyah sale bastante bien librada en lo que podría parecer un papel de vanidad. Delroy Lindo tiene un muy jugoso papel como el líder de la mafia norteamericana en Oakland, California, que tiene que balancear su obscuro trabajo con la constante preocupación por los miembros de su familia. Este papel se pudo prestar para una sobreactuación de proporciones estilo Tim Curry, pero sorpresivamente Delroy Lindo encarna su rol de la manera más humana. Pero no hay que perder de vista que la estrella es definitivamente Jet Li. Li es un buen actor, poseedor de muy buen rango y gran presencia escénica; desafortunadamente rara vez tiene tiempo de demostrar esto, pues está más ocupado con las peleas que con el desarrollo de su personaje.

Pero no vamos a ver este tipo de películas para analizar motivaciones o criticar las sutilezas de la historia; lo que queremos ver es ese kung fu que tanto gusta. Y debo hacer un paréntesis para aclararle a quienes no estén familiarizados con el género, que términos como "jalada" o "exagerado" no tienen lugar alguno en este tipo de cintas. Nunca se busca la realidad al realizar la coreografía; al igual que el ballet, el punto no es mostrar el movimiento humano como realmente es, sino empujar los límites de la habilidad humana (con cables, si es necesario) para montar un espectáculo de acrobacia, ritmo y acción que trate de satisfacer nuestra necesidad de nuevas experiencias visuales.

Terminado ese paréntesis, tengo que decir que desafortunadamente "Romeo Debe Morir" no satisface completamente a los fanáticos del género. La película busca balancear la acción con el desarrollo de la historia, y aunque lo consigue, la verdad es que la trama no es muy novedosa, de modo que las escenas de acción son pocas y muy esporádicas. Y cuando por fin llegan, carecen del impacto al que nos tenía acostumbrado el cine de Hong Kong. No estoy diciendo que sea por culpa de Jet Li, sino del guión, edición y tal vez de la coreografía misma.

Por otro lado, el director ha añadido un truquito visual muy exótico, que puede gustar o no, pero definitivamente presta algo especial a la película. Recuerdo haber visto en varias películas del género en los setentas y ochentas (las de Sho Kosugi, Bruce Li y algunas de Jackie Chan) un acento visual donde, al dar un golpe, aparecía un dibujo que ilustraba el rompimiento del hueso sobre el que se aplicaba dicho golpe. Era una herramienta tan ingenua que lejos de causar burla causaba ternura (por lo menos en mí). En "Romeo Debe Morir" hay al menos tres instancias de este mismo truco, pero elaborado con derroche de técnica digital. El resultado es excelente, muy atractivo y definitivamente inesperado.

"Romeo Debe Morir" no es una gran película; queda un poco corta aún dentro de su género; pero aún así la recomiendo para los aficionados del cine de Hong Kong, porque aunque el total no sea muy satisfactorio, las partes individuales tienen mucho que ofrecer. Y esa columna vertebral... ¡excelente!.

Calificación: 6

Pablo

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Romeo Debe Morir (Romeo Must Die)

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