Haciendo diestro uso de la nostalgia, la película "Rock Star" transporta al espectador a la década de los ochentas, cuando el rock and roll era un elefante blanco, dominado por súper bandas que poco a poco olvidaban el valor de la música mientras que proporcionalmente se incrementaba la importancia del espectáculo visual, hasta llegar al grado de convertir los ferales y apasionados conciertos en meros espectáculos vacíos, fríamente planeados y ejecutados a la perfección, eliminando la espontaneidad y energía que ese tipo de música representaba.
¿Es entonces "Rock Star" una parodia? ¿Es una comedia? ¿Es un cuasi-documental que denuncia los excesos de los músicos y de la industria en general durante esa década?. No sé la respuesta a ninguna de estas preguntas. Ciertamente "Rock Star" es muy entretenida, y disfruté mucho viéndola, ya que yo soy producto de esa época. Grupos dinosaurio como Kiss, Queen, Black Sabbath y Rainbow eran parte indispensable de mi dieta auditiva, y por eso entiendo (y me identifico plenamente con) los desfiguros y extremos a los que llegan los fanáticos que aparecen en la película. Pero debo aceptar que aunque se trata de una película muy divertida, "Rock Star" se hubiera beneficiado de una estructura más precisa, para poder entender mejor sus intenciones.
Veamos la historia: Chris Cole (Mark Wahlberg) es un fanático obsesivo del grupo de rock pesado Steel Dragon. Los admira tanto que con varios amigos ha formado un "grupo tributo", es decir, un grupo de rock especializado en reproducir fielmente las canciones de Steel Dragon. Luego de algunas discusiones internas, Chris es expulsado del grupo que él mismo fundó. Entonces, llega la llamada mágica. Parece que el vocalista real de Steel Dragon va a abandonar la banda y el resto de los integrantes buscan un reemplazo. Por azar vieron en video una presentación del grupo tributo en el que cantaba Chris y quedaron impresionados por su talento, por lo que lo invitan a hacer una audición. Chris y Emily, su novia/manejadora (Jennifer Aniston), viajan a Los Angeles y finalmente Chris es seleccionado como reemplazo. Entonces empieza su meteórico ascenso en la opinión popular que a la vez se convierte en un descenso personal, pues los excesos que acompañan su nuevo trabajo pronto lo ponen en conflicto con su novia, de tal modo que ambos tienen que decidir qué importa más: la vida de lujo de la estrella de rock o su relación romántica.
Como comedia romántica, "Rock Star" cumple con los preceptos necesarios, poniendo un obstáculo entre el amor de los protagonistas y dándoles los medios para salvarlo. Mark Wahlberg y Jennifer Aniston hacen buena pareja y a pesar de las decisiones que toman en la cinta sus personajes se mantienen agradables y creíbles. Dominic West como el guitarrista de Steel Dragon tiene un gran desempeño como el veterano músico para quien "el show" ya no es una pasión, sino un trabajo que hay que cumplir. Pero el mejor papel de la película es el de Timothy Spall como Mats, el sufrido "road manager", quien funciona como niñera, psicólogo, padre y amigo de la banda. Sus comentarios son simpre atinados y muestran gran madurez como resultado de incontables errores y malas experiencias.
La música de "Rock Star" merece mención especial: la mezcla de canciones de la época con temas originales de Steel Dragon es excelente. Las canciones nuevas siguen al pié de la letra el estilo de los ochentas pero han incorporado una cierta estructura moderna, lo que las hace muy accesibles tanto para geriátricos aficionados (yo) como para audiencias jóvenes. Gran trabajo de Budd Carr como supervisor de la música.
Con su extraña mezcla de comedia, drama y musical, "Rock Star" funciona
bastante bien y resulta muy entretenida. Las emociones que produce, desde
luego, son prefabricadas, y no hay gran novedad, pues se tocan todas las bases
requeridas por las historias que tratan del camino a la fama. Aún así disfruté
mucho de la película y la puedo recomendar ampliamente, sobre todo a aquellos
"adultos jóvenes" (gracias por lo de "jóvenes") que hayan vivido la época
y que quieran reunirse con sus tal vez vergonzosos recuerdos, aunque sea por
un par de horas.
Calificación: 8
Imagen © 2001 Bel Air Entertainment
Bel Air Entertainment, 2001
105 minutos
Dirigida por Stephen Herek
Escrita por John Stockwell
Editada por Trudy Ship
Elenco:
Mark Wahlberg .... Chris Cole
Jennifer Aniston .... Emily Poule
Dominic West .... Kirk Cuddy
Timothy Spall .... Mats
Timothy Olyphant .... Rob
Dagmara Dominczyk .... Tania
Michael Shamus Wiles .... Sr. Cole
Beth Grant .... Sra. Cole