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No soy muy afecto al cine "de época" tal como se realiza en la actualidad. Las cintas de la famosa casa productora "Ivory Merchant" (como "Sense and Sensibility", "The Remains of the Day" o "Howard's End") han convertido al género en una exhibición de escenarios y grandiosidad cinematográfica que muchas veces perjudica a la historia que se cuenta. Y así como esa compañía productora ha explotado la obra de Jane Austen, pensé que seguiría el turno a Edith Wharton para pulir sus novelas y convertirlas en fábulas modernas en las que el vestuario tiene precedencia sobre la narrativa.

Para mi sorpresa, esto no ocurre. De hecho, "La Casa de la Alegría" es una cinta de bajo presupuesto, pero de elevada ambición, y sabe reconocer sus puntos fuertes y débiles. Al hacerlo, minimiza la importancia de la escenografía, vestuario y detalle de época, y enfatiza las sólidas actuaciones y sutil detalle de interpretación, con lo que resulta en una poderosa historia, con tanto subtexto como uno quiera encontrar, enmarcada en una sociedad horriblemente determinista pero implacablemente fundamentada en la supervivencia del más apto.

¿Qué quiere decir este rollo?. Que bajo la aparente delicadeza de la alta sociedad norteamericana de fines del siglo diecinueve se desarrollaba una continua guerra de voluntades cuyas armas consistían en reputaciones, percepciones y rumores, y cuyas víctimas sufrían vejaciones tan reales y palpables como las ocasionadas por las guerras reales.

La película narra la historia de Lili Taylor, una muchacha que cada vez encuentra más difícil el mantenerse en el nivel económico necesario para pertenecer a la alta sociedad. La causa de esto recae en parte en la misma Lili, pues su afición al juego la ha dejado en desaventajada posición económica, y su natural independencia y pensamiento progresivo la excluyen del plan de sus amigas: casarse con un hombre rico, como las han aleccionado desde niñas, y sacrificar sus sentimientos a cambio de posición social. Lili es demasiado íntegra (o terca) para apegarse a su rol en la vida, por lo que deja pasar varias oportunidades que, aunque socialmente aceptables, no representan su felicidad. Esta actitud, aunada a las confabulaciones de ciertos enemigos sociales, erosionan cada vez más su status y amenazan con echar por tierra su futuro. Eventualmente la muchacha tendrá que tomar duras decisiones sobre la importancia de la felicidad comprada, contra la desolación obtenida gratuitamente. Pero como pronto aprende Lili, en la vida no hay respuestas fáciles ni soluciones infalibles.

La ausencia de espectáculo visual obliga al director Terence Davis a centrarse en sus personajes y actuaciones. Gillian Anderson como Lili representa el corazón de la película; si no fuera capaz de expresar con tal éxito las emociones y cambios del personaje central, la película no funcionaría. Afortunadamente Anderson es una excelente actriz, y a riesgo de parecer un enamorado fanático de la Agente Scully, su papel en "Los Archivos X" ha hecho esto esto evidente. Adicionalmente, sus cortas pero significativas contribuciones en cintas como "The Mighty" y "Playing By Heart" han demostrado que su rango está muy por encima de lo visto en el programa de televisión. Ojalá en el futuro siga favoreciendo guiones con fuertes personajes a su altura.

El resto del elenco es igualmente bueno; Eric Stoltz como su posible enamorado está completamente alejado del acostumbrado novio santurrón, lo que enriquece enormemente la interacción entre la pareja. Laura Linney (a quien admiro desde la menospreciada "Congo"... ¿le gusta esa película a alguien además de mí?) es aterradora como la "mejor" amiga de Lili. Sus maquinaciones, aunque irrelevantes fuera de su círculo, son tan sutiles y destructivas como las que se muestran en "Dangerous Liaisons". Dan Aykroyd como el feroz economista Gus Trenor exhibe una vez más su talento dramático. Ojalá se aleje de la comedia, en la que tan mal le ha ido recientemente, para dedicarse más al drama, para el que tiene gran y poco apreciado talento.

"La Casa de la Alegría" no es la típica película tierna y sentimental sobre la época victoriana. Es, en vez de eso, una cruda historia de combate social, en la que la virtud no es siempre recompensada y en la que no hay necesariamente soluciones tranquilizadoras ni finales felices. Aunque creo que dura un poco más de lo necesario, mantiene el interés gracias a su fino guión y sus controladas y precisas actuaciones. Muy recomendada, incluso para detractores del género.

Calificación: 9

Pablo

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La Casa de la Alegría
(House of Mirth)


Imagen © 2000 Granada Film Prods.

Granada Film Productions
2000
140 minutos

Dirigida por Terence Davies
Escrita por Terence Davies, basado en la novela de Edith Wharton

Elenco:
Gillian Anderson .... Lily Bart
Eric Stoltz .... Lawrence Selden
Laura Linney .... Bertha Dorset
Elizabeth McGovern .... Carry Fisher
Dan Aykroyd .... Gus Trenor
Terry Kinney .... George Dorset
Anthony LaPaglia .... Sim Rosedale
Jodhi May .... Grace Stepney