Uno de los escritores más socorridos en estos últimos años
es revisitado en esta inocua pelicula sobre malos entendidos, amor y fantasía.
La trama está llena de amores no correspondidos, triángulos
amorosos, intervenciones sobrenaturales, amargura, deseo y humor. Aún
así se las arregla para resultar algo cansada. Entiendo perfectamente
que hace 300 años estos conceptos e historias, sin ser nuevos, estaban
un poco menos difundidos, y por lo tanto causaban genuina sorpresa en los
espectadores de esa época. Pero ahora, vemos dichos conceptos reciclados
hasta la saciedad en películas y programas televisivos de comedia,
de modo que no funcionan de forma tan eficiente. Cuando se trabaja sobre temas
tan trillados, es común que el director decida agregar algún
ángulo novedoso, que atraiga al público y mantenga fresca la
obra, pero al mismo tiempo respete la fuente original. En ocasiones dicho
ángulo se consigue con un cambio de ambientación (como en "Romeo
y Julieta" de Baz Luhrmann) o con escenarios minimalistas, para emular
una obra de teatro filmada (como "Tanto para Nada", de Kenneth Branagh).
En esta versión, por ninguna razón aparente, se sitúa
la histora a fines del siglo pasado, pero se respetan en mayor o menor medida
los diálogos. No me agradó en lo personal esta decisión.
No encuentro razón para este salto de dos siglos. Parecería
que se buscaba reciclar los vestuarios y sets de algún drama victoriano
(género tan favorecido por Miramax), más que añadir textura
o contexto.
Los actores resultan bastante buenos, pero carecen de la pasión por
el material que eleva las adaptaciones de Shakespeare hechas por Kenneth Branagh.
Me parece más que los actores y actrices brincaron gustosos a esta
película como validación de su carácter de actores serios,
sin que necesariamente tengan el talento para elevar una obra de teatro sencilla
y ligera a una experiencia cinematográfica memorable.
Debo aplaudir al director o al director de fotografía, sin embargo,
por las brillantes composiciones logradas cuando se introducen ciertos personajes;
dichas composiciones, nos muestran sutilmente el papel, metafórico
o real, que representarán los personajes. Como esto ocurre cerca del
principio de la película, esperé ver más toques de genialidad
como esos, mas no fue así, ya sea porque no los hay o porque no tengo
la capacidad de percibirlos.
En general se trata de una película divertida, un poco larga, con buenos
actores, pero no grandes actuaciones, y la adaptación hecha a cine
no nos hace olvidar que esta obra fue concebida como un guión teatral,
para presentarse a un público en vivo. Y aunque no tengo nada en contra
de Stanley Tucci, que encarna a Puck, el duende travieso (o torpe?), me hubiera
encantado ver a Michael Keaton en ese papel. Es esa la clase de intensidad
y dinamismo que hubiera elevado esta película por encima de su antigua
trama y la hubiera convertido en algo nuevo, digno de ver por su impacto y
no por su argumento.
Calificación: 6
1999
100 Minutos. Clasificación B.
Dirigida por Michael Hoffman
Inspirada en la obra de teatro de William Shakespeare
Escrita por Michael Hoffman.
Elenco:
Kevin Kline .... Nick Bottom
Michelle Pfeiffer .... Titania
Rupert Everett .... Oberon
Stanley Tucci .... Puck
Calista Flockhart .... Helena
Anna Friel .... Hermia
Christian Bale .... Demetrius
Dominic West .... Lysander