Un Perdedor con Suerte, por Pablo

Cuando se piensa en comedias juveniles clásicas, por lo general el primer nombre que viene a la mente es John Hughes, quien, entre 1982y 1994 dirigió, produjo o escribió no menos de una docena de cintas que en su momento definieron la moda, ideología y actitud de una generación. La fama que Hughes se supo crear se extiende hasta nuestros días, con ubicuos homenajes a su estilo por parte de gente que fue inspirada por el, como Kevin Williamson (creador de Dawson's Creek) y Darren Star (creador de la mayor parte de las telenovelas adolescentes de la televisión norteamericana, y de su extraordinaria sátira, "Grosse Point"). Sin embargo, con menor fama hay otro nombre que debería estar en la misma categoría de pionera del género, y además con la característica de ser mejor cineasta que el mismo Hughes: Amy Heckerling. Sus películas han tenido un impacto más sutil que la obra de Hughes, pero no por eso son menos importantes. Con cintas como "Fast Times at Ridgemont High" y "Clueless", Heckerling nos dió la otra cara de los adolescentes idealizados de Hughes. Las drogas, el sexo y la auténtica angustia adolescente eran elementos que Heckerling usaba no para espantar ni aleccionar, sino para dibujar un auténtico perfil de su grupo objetivo. Y aunque estas cintas son innegablemente comedias, son notables por el fuerte mensaje y análisis que sutilmente hace de la dinámica social adolescente.

Es por eso que esperaba que "Un Perdedor con Suerte" fuera una etapa más en este prolongado estudio sobre comportamiento y emociones de un tipo específico de persona, adornado con la diestra ironía y buen corazón que la directora (y muchas veces escritora, como en este caso) ha mostrado en su obra previa. Esperaba, de hecho, algo así como la otra cara de "Clueless"; mientras esta examina la vida de jóvenes adinerados, "Un Perdedor con Suerte" se enfoca sobre universitarios de escasos recursos que sólo con mucho esfuerzo logran mantenerse estudiando.

Y supongo que esta película cumple con esa expectativa, pero ciertamente carece de la chispa indescriptible que dio vida y exhuberancia a las cintas previas de esta directora. La historia es bastante sencilla, y carece totalmente de originalidad: un joven inteligente, pero de recursos limitados, residente de la provinicia, es aceptado en la Universidad de Nueva York con una beca, que deberá mantener con buenas notas. El joven es una buena persona que inmediatamente sufre del abuso de sus compañeros más "sofisticados". La única que parece tratarlo bien es una muchacha que aparentemente ha sufrido de un abuso similar, pero voluntariamente, por parte de un profesor quien la explota sexualmente disfrazando su relación como "amor". Eventualmente la interacción entre ambos jóvenes en situaciones similares dará como resultado todos los eventos esperados en este tipo de comedias.

Dentro de los puntos buenos están los actores mismos, quienes son carismáticos y agradables. Sus actuaciones son bastante buenas, pero las caracterizaciones rayan un poco en la exageración, cuando la sutileza hubiera sido más deseable. El que realmente brilla es Greg Kinnear, quien silenciosamente se está convirtiendo en un poderoso actor de carácter; entre su artista gay en "As Good as it Gets", su ególatra superhéroe en "Mystery Men" y su profesor arrogante y abusivo en esta cinta, se perfila como un gran actor a la altura de cualquier papel.

"Un Perdedor con Suerte" es una comedia amable, con buenas actuaciones y supongo, buen mensaje. Pero su tono plano y falta de originalidad la ponen por debajo de obras de tema similar como "Dazed and Confused", y la tremenda "Welcome to the Dollhouse". No la encuentro muy recomendable, pero tampoco es totalmente mala. Ni la corta participación de Twink Caplan totalmente irreconocible como mesera de bar hizo que esta cinta despertara mi entusiasmo. Entretenida pero totalmente olvidable.

Calificación: 5

Pablo

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