Creo que pocos actores han tenido una carrera tan desnivelada como Eddie Murphy. Sus éxitos y fracasos ocurren sin patrón aparente; a veces en grupos, a veces solos. A mediados de los ochentas tuvo una época dorada con cintas como "De Mendigo a Millonario", "Beverly Hills Cop" y "48 Horas". Luego llegó la temible "The Golden Child", y ni la entonces infalible mano de George Lucas pudo rescatar la credibilidad de Murphy. A principios de los noventas, con "Coming to America" el comediante pareció recuperar la corona, sólo para perderla con una serie de bodrios (como "Harlem Nights" y "Beverly Hills Cop 3") que parecían haber terminado con su carrera. Y así, entre esos altibajos, llegamos a uno de sus recientes éxitos: la nueva versión de "El Profesor Chiflado", de 1998. En manos de Murphy (ayudado desde luego por el director que impulsara definitivamente la carrera de Jim Carrey) lo que parecía ser un "remake" meramente mercantilista, se convirtió en una amable comedia, que sin estar a la par con sus cintas "clásicas", lo regresó a la fama y le reportó un buen beneficio comercial. Pero, por supuesto, una vez que Hollywood percibe una fórmula exitosa procede a explotarla hasta destruir cualquier valor artístico que pudiera haber tenido.
Con la secuela "El Profesor Chiflado 2" veo venir otra etapa de vacas flacas para Murphy. Después de su brillante actuación en "Bowfinger", Murphy cae en las garras de la ambición, aceptando este papel que, para empezar, nunca debió existir.
La trama sigue vagamente los esfuerzos del Profesor Klump por desarrollar una fórmula de rejuvenecimiento. Paralelamente, debe luchar por mantener a raya a su alter-ego, Buddy Love, quien aún reside en sus genes y amenaza con tomar control de su cuerpo. Usando una técnica inventada por su novia (Janet Jackson, mostrando que la actuación no está entre sus talentos, pero usar escote sí), Klump aísla y extrae la secuencia de genes que forman a Buddy Love en su código genético, pero un extraño accidente une esta secuencia con un pelo de perro, lo que, naturalmente, trae de regreso al mencionado Love, listo para hacerle la vida difícil a Klump. Por lo general no me gusta revelar tanto sobre una cinta, pero quiero hacer patente la profunda estupidez del guión. Es algo realmente inaudito, y valdría la pena verla sólo por presenciar tal logro, si no fuera porque además de todo "El Profesor Chiflado 2" es intolerablemente aburrida y casi carente del humor que uno espera en una comedia.
No pretendo desear un guión inteligente en todas las comedias. Por ejemplo, en la reciente, excelente, comedia "Irene, Yo y mi Otro Yo, los hermanos Farrelly entregan una historia absurda que bordea en la incoherencia, pero que al menos cumple su función de dar excusa a Jim Carrey de hacer su parte del mejor modo posible. En "El Profesor Chiflado 2" el humor parece querer salir del guión mismo, lo cual es imposible cuando, incluso con la mejor disposición de reir, las incongruencias y la falta de lógica y ritmo humorísitico destruyen cualquier connato de sonrisa.
El gimmick de poner a Murphy en 7 papeles diferentes sólo sirve para mostrar (como si no se supiera ya) que el Maestro Rick Baker es sin duda el decano de los artistas de efectos de maquillaje y digno sucesor de su mentor, el gran Dick Smith. Incluso puedo asegurar que el alumno ya superó al maestro; Baker es un genio y espero con gran anticipación su trabajo en la nueva versión que está haciendo junto con Tim Burton de "El Planeta de los Simios".
Pero volviendo a mis quejas sobre la película, el pasar a primer plano a la familia del Prof. Klump, sin duda por la gran aceptación que tuvieron en la previa cinta, sólo confunde más el guión. Sus historias carecen de interés y las pocas risas que producen no justifican su inclusión.
Ciertamente Murphy es un excelente comediante; muestra de ello es que su energía e inherente sentido cómico en ocasiones hacen sonreir, incluso a pesar del atroz guión. Pero esos momentos son pocos y muy esporádicos como para rescatar la cinta.
"El Profesor Chiflado 2" es un desperdicio de talento (excepto
en el caso de Janet Jackson, quien por carecer de talento para actuar no puede
realmente desperdiciarlo), un insulto al público y una muestra más de por
qué la ambición nunca debe ser motivo suficiente para realizar una película.
No muy seguido me arrepiento de ver una película, porque aún en las más execrables
bazofias con frecuencia hay algún patético consuelo... En este caso podría
serlo el espectacular trabajo de maquillaje, pero los contras superan con
mucho a ese pro. Sólo recomendada para quienes piensan que el dinosaurio Barney
es un intelectual que debería relajarse y usar comedia más simple.
Calificación: 2 (sólo por contar con la participación
de Rick Baker)