Algunos meses después de ver "Tarzan", de Disney, tuve oportunidad de ver "El Servicio de Entregas de Kiki" y una vez más se confirma en mi mente que el peor enemigo de la animación es el todopoderoso estudio que fundara Walt Disney. Sus recientes películas, hechas en serie y todas ellas copias de el éxito previo, están orientadas al público infantil, no con el propósito de entretener, sino de vender; de funcionar como un comercial de hora y media para buscar que los niños pidan los juguetes de la película, la música y para que exigan a sus papás que los lleven al restaurant "X", con el que el estudio realizó su "alianza estratégica".
Gran parte de la animación japonesa desde luego también cae en esta categoría, pero al menos se muestra más innovadora al tratar de mejorar el arte y empujar cada vez más las herramientas visuales y narrativas. A la cabeza de este movimiento está el visionario Hayao Mayazaki. Sus películas, cien por ciento dirigidas a niños, no muestran condescendencia hacia el público ni pretenden convertirse en películas de moda o asociarse en modo alguno con la Cajita Feliz de McDonalds.
"El Servicio de Entregas de Kiki" es una obra maestra del cine japonés (incluso diría del cine, punto). La historia no es muy sofisticada: Kiki, una pequeña bruja de trece años debe pasar un año viviendo independientemente de su familia, como rito de pasaje en su educación como bruja, así que volando en su escoba llega a la gran ciudad sin conocer a nadie y sin entender completamente el ritmo de vida de la metrópolis. Afortunadamente pronto encuentra su nicho; aprovechando su escoba voladora inicia un pequeño negocio de entregas de paquetería.
La animación no es tan fluida como en películas de gran presupuesto como "Akira" o "Ghost in the Shell", pero es muy competente. Es la historia y las caracterizaciones las que hacen brillar esta película. Los personajes se comportan como realmente se comportarían, y las cosas suceden según la perfectamente estructurada lógica interna de la película, y no según los evidentes caprichos de un escritor. La atención al detalle es extraordinaria, desde los decorados hasta los manerismos y expresiones de los personajes, humanos y animales. Y aunque ciertamente la película busca enseñarnos algo, nunca lo hace moralizando pesadamente; el aprendizaje se da naturalmente, como en la vida real, a partir de experiencias y diálogo interno.
"El Servicio de Entregas de Kiki" es una gran película,
ampliamente recomendada a los amantes de la animación e incluso a sus
detractores (si es que hay alguno). Irónicamente, Disney tiene el derecho
de distribuir mundialmente las películas de Mayazaki. La ventaja, desde
luego, es que el poder de distribución del ratón permitirá
a muchos disfrutar de esta joya, que de otro modo permanecería ignorada
por nuestra anglocéntrica industria cinematográfica.
Calificación: 9
1989
103 Minutos. Clasificación A.
Dirigida por Hayao Miyazaki
Escrita por Hayao Miyazaki y Jack Fletcher (Versión norteamericana)