Una entrada más en la lista de películas dirigidas al público
joven que concluyen con una graduación, "Jawbreaker" al menos
posee la distinción de mostrar orgullosamente (tal vez demasiado orgullosamente)
un tono muy, muy obscuro. La película empieza con un grupo de muchachas
"populares" jugándole una muy pesada broma a una de las integrantes
de su íntimo grupo de amigas. La broma tiene consecuencias fatales
y de ahí en adelante las cosas empeoran antes de mejorar. Tal vez "mejorar"
no es la palabra adecuada.
Los publicistas de esta película trataron de asociar el tono general
de "Jawbreaker" y el uso indiscriminado del humor negro con la cinta
"Heathers", que en 1984 se las arregló para convertirse en
la mejor y más subestimada película del año.
Aunque ciertamente "Jawbreaker" trata con todas sus fuerzas ser
la "Heathers" de los noventas, trata con demasiada vehemencia y
eso derriba por completo cualquier posibilidad de lograr la feroz ironía
de su ilustre antecesora.
Sin embargo yo la compararía más con "Showgirls" que
con "Heathers". Aunque de ningún modo tratan de lo mismo,
la sensación de decadencia y exceso son muy similares en ambas cintas.
Ambas son como un accidente automovilístico que nos horroriza pero
nos atrae irresistiblemente. Sé que no es justo criticar una película
comparándola con otra, pero el estilo temático y visual que
usa es difícil de describir. La cinematografía se complace en
sobresaturar los colores; los movimientos de cámara y la edición
se olvidan por completo de ayudar a la narrativa y se convierten en un fin
por si mismos. Las actuaciones sólo buscan el lucimiento personal y
no la representación de personajes.
Aún así, y en esos términos, me gustó mucho.
El guión nunca busca credibilidad ni realismo. Como las películas
de Tim Burton, funciona mejor en un mundo inventado, donde las reglas son
flexibles y sirven no para crear estructura sino para conseguir giros inesperados
(e implausibles) pero entretenidos.
Esta no es una película en el sentido convencional, y creo que fué
destrozada por la crítica por no haber expresado su intención
más claramente. Esta es una especie de "performance" visual,
auditivo y emocional, y sé que dividirá absolutamente a su público.
Algunos (pocos) la adorarán mientras que la mayoría la odiará
con pasión. Es como un insulto en la cara de la tradición, pero
un insulto tan florido y adornado que aquellos que disculpen la rudeza encontrarán
el sarcasmo inherente muy atractivo.
No es para todos los gustos, pero vale la pena verse por experimentar un nuevo
modo de hacer cine, que fallido o no, debe aplaudirse por su ambición
y despreocupación por la convencionalidad. Y un cameo gratuito de Marilyn
Manson siempre ayuda en estas circunstancias.
Debo agregar que Rose McGowan es una actriz fantástica, incluso cuando
el material trabaja en su contra. No me explico cómo Julia Roberts
gana decenas de millones de dólares cuando el talento crudo y desbordante
de actrices como McGowan, Parker Posey y Jeanane Garofalo queda relegado al
nivel de culto.
Recomendada contra todo sentido común.
Calificación: 7
1999
87 Minutos.
Escrita y dirigida por Darren Stein
Elenco:
Rose McGowan .... Courtney Alice Shayne
Rebecca Gayheart .... Julie Freeman
Julie Benz .... Marcie Fox
Judy Greer .... Fern Mayo/Vylette
Ethan Erickson .... Dane Sanders