Una importante porción del conjunto de películas que pertenecen al género fantástico está representada por aquellas obras están "por debajo del radar" de la atención general, es decir, que aunque su calidad se encuentra por encima del promedio, su humilde origen o falta de fe por parte del distribuidor las han arrojado al olvido por ausencia de promoción.
Obviamente "Idle Hands" (que alguna vez vi anunciada como "El Diablo Metió la Mano", aunque nunca se estrenó bajo ese nombre) cae en esta categoría. Esta película es un genuino y amoroso homenaje al género de terror, envolviendo hábilmente en un compacto paquete los convencionalismos de este tipo de cine, desde el asesino serial hasta la posesión diabólica, pasando por los zombies, leyendas urbanas y hasta los cazafantasmas. "Idle Hands" logra realizar con bastante éxito esa clase de tributo respetuoso y entretenido que muchas otras recientes cintas (como "Scream", "Urban Legends" e incluso "Scary Movie") intentan una y otra vez, sin resultados positivos y para demérito del género.
La trama es bastante simple, y tan absurdamente aleccionadora que es imposible tomarla muy en serio: Anton (interpretado por el hábil Devon Sawa, que supera histriónicamente a muchos de sus jóvenes colegas pero quien no ha conseguido un proyecto que lo luzca como merece) es un "slacker" como pocos. Ha cultivado el ocio a tal extremo que su existencia se ha convertido en una pacífica rutina compuesta por televisión, música, videojuegos, cereal y drogas, de modo que hasta sus amigos se ven en la extraña disyuntiva de admirar su estilo de vida y a la vez escandalizarse por la asombrosa capacidad de ese joven para resistir cualquier iniciativa. Y como literalmente reza el dicho "Las manos ociosas son las herramientas del diablo", un buen día Anton recibe la sorpresa de que su mano derecha ha tomado vida propia al ser poseída por una maligna fuerza... al mismo tiempo, se da cuenta de que no ha visto a sus padres en varios días; y todo esto mientras los noticieros televisivos hablan insistentemente sobre un asesino haciendo de las suyas en el barrio en el que Anton reside ¿qué estará pasando?.
La principal fuerza de "Idle Hands" está en su travieso y afilado guión, que reúne toda la subversión e ironía que tanto hacen falta a los recientes bodrios de terror que pretenden satirizar el género, pero que sólo logran apenarlo. El humor está perfectamente balanceado por el suspenso y es evidente que aunque el tono general es de comedia, no se ha descartado el horror psicológico como necesario contraste del ligero argumento. Los actores son también muy valiosos para el éxito de la cinta. El mencionado Sawa, Seth Green (Oz en "Buffy, Vampire Slayer") y Elden Ratliff tienen una fantástica química de grupo como el inepto trío de vagos que de un modo u otro pagan un gran precio por su apatía. Los personajes femeninos no quedan tan bien librados. Vivica Fox como una moderna Van Helsing, obsesionada por detener la fuerza demoníaca que ha poseido la mano de Anton, tiene poco que hacer, y no ayuda mucho el que sobreactúe cuando la sutileza hubiera funcionado mejor. Jessica Alba, en el papel romántico femenino, se divierte con un papel que se burla de su imagen sexy, pero carece de la profundidad necesaria para congraciarse con el público; por muchas escenas que tenga en ropa interior nunca logra establecer firmemente a su personaje.
"Idle Hands" es una pequeña comedia de horror, sin pretensiones de ser gran
arte, pero llena de detalles graciosos y referencias que serán ciertamente
apreciados por fanáticos del género. Tal vez su extrema ligereza y gusto por
lo absurdo moleste a algunos, pero a mi me resultó bastante divertida. Esta
cinta es buen candidato para convertirse en objeto de culto, y como tal, resulta
más apropiada para gustos algo excéntricos. Cada quien sabrá su posición ante
este tipo de película.
Calificación: 8
1999
90 minutos.
Dirigida por Rodman Flender
Escrita por Terri Hughes y Ron Milbauer
Elenco: Devon Sawa .... Anton
Seth Green .... Mick
Elden Ratliff .... Pnub
Jessica Alba .... Molly
Steve Van Wormer .... Curtis