High Fidelity, por Pablo

Es realmente refrescante encontrar una comedia romántica que rompe casi por completo con los convencionalismos del género, alejándose de la tediosa fórmula tradicional y finalmente entregando un excelente producto, a la vez gracioso y profundo por su análisis de las complejidades del famoso "amor" del que tanto he oído hablar.

En "High Fidelity" conocemos a Rob Gordon (John Cusack), un hombre de alrededor de treinta años, dueño de una pequeña tienda de discos usados. Además de su extensa colección de discos, su principal interés son las mujeres, no porque sea mujeriego, sino porque le obsesionan las pocas pero profundas relaciones románticas que ha tenido en su vida. En el momento en que lo conocemos, acaba de terminar con Laura (Iben Hjejle), una inteligente abogada que evidentemente siente que el inmaduro Rob se está convirtiendo en un obstáculo para su desarrollo en vez de ser un apoyo. Rob no comprende este punto de vista, y se da a la tarea de analizar las más significativas relaciones previas que ha tenido, y las causas de sus fracasos. Eventualmente Rob se da cuenta de que las razones no son las que el pensaba, lo que lo llevará a reevaluar su actitud frente a la vida y el amor.

"High Fidelity" es ciertamente una comedia, y muy buena, pero su guión se apega más al clásico estudio de caracteres, en virtud del cual se nos presentan ciertos personajes, y el descubrimiento de sus actitudes e interacciones se convierten en el motor de la historia. Para hacer más evidente este formato, el personaje de Rob habla contínuamente al espectador. El efecto es al principio extraño, pero conforme nos integramos a su vida, nos convertimos en los confidentes del personaje, quien trata de explicarnos (y explicarse a sí mismo) la causa de su inmadura actitud. Adicionalmente tenemos a guisa de coro griego, a los 2 empleados de la tienda de discos (Todd Louiso y el genial Jack Black), totalmente opuestos en personalidad, pero similares en su ofuscación ante el sexo opuesto.

La idea de hablar a la cámara hubiera sido desastroza si no estuviera respaldada por una perfecta actuación. Afortunadamente el director Stephen Frears, conocido por la asimilable sofisticación de sus películas, ha reclutado a John Cusack para interpretar a Rob. Cusack tiene la capacidad de mantener la simpatía del público a pesar de su ocasionalmente reprensible comportamiento. Sus explicaciones (o más bien excusas) ante los reclamos de sus pasadas novias son igualmente hilarantes y patéticos. Pero aunque el peso de la cinta descansa en este actor, el resto del elenco brilla también con excelentes desempeños: la actual novia (o ex-novia) de Rob es interpretada por Iben Hjejle (la prostituta/ama de llaves en "Mifune"), y es sencillamente perfecta. La evolución de su personaje es sutil, pero significativa, y sin necesidad de expresarlo con palabras, hace patente su indecisión ante las opciones que la vida le ha dado. Pero el que definitivamente se roba la película (o al menos las escenas en las que participa) es Jack Black, como Barry, el antisocial, ególatra pero inmensamente ilustrado empleado de la tienda de discos. Sus comentarios derraman sarcasmo y sagacidad en tal grado que lejos de ser un vulgar "comic relief" se convierte en una especie de Polonius, en igual proporción maestro y amigo de Rob.

"High Fidelity" es una película muy interesante y divertida. Su excelente guión toca los puntos necesarios para las comedias románticas, pero lo hace de tal modo y con tal inteligencia que se encuentra muy, pero muy por encima de la clásica y trillada historia de "muchacho conoce a muchacha". En vez de eso es una hábil e incisiva mirada a las relaciones románticas contemporáneas y una vitrina de finas y detalladas actuaciones. ¡Y qué música!.

Calificación: 9

Pablo

Manda tus comentarios por correo o visita nuestro Foro de Mensajes

High Fidelity (High Fidelity)

High Fidelity
(High Fidelity)