Estafadoras, por Pablo

Hace más de una década el director Frank Oz (¡Yoda!) mostró al mundo una película sumamente graciosa llamada "Dirty Rotten Scoundrels" en al que mostraba con mucho humor el mundillo de los estafadores profesionales... aquellos parásitos sociales que viven de engaños y trucos para sacar dinero de la gente crédula. Ahora, David Mirkin (colaborador frecuente en "Los Simpson") ha dirigido un virtual "remake" de esa película, pero cambiando el género de sus protagonistas. El resultado es igualmente gracioso, aunque dista mucho del encanto y perfecto tono de la cinta de Frank Oz.

En "Estafadoras" conocemos a Maxine y Page Conners (Sigourney Weaver y Jennifer Love Hewitt, respectivamente), un ambicioso y muy talentoso equipo de estafadoras de poca monta. Su método de operación consiste aparentemente en casarse con hombres adinerados para inmediatamente divorciarse con algún pretexto, cobrando una fuerte suma en el proceso. Pero a pesar de hacer buen dinero, Page está cansada de los "pichones" de menor escala; ella piensa que la pareja está lista para pasar al siguiente nivel de víctima: millonarios retirados viviendo en las exclusivas comunidades de Florida. Maxine no está de acuerdo con el plan, así que Page amenaza con separarse y trabajar por su cuenta. Maxine accede a regañadientes, pero un intempestivo encuentro con una cobradora de impuestos las deja sin dinero y sin más opción que seguir trabajando juntas para engañar a un millonario y conseguir el dinero que la agencia recolectora de impuestos les exige. Y como sucede siempre en este tipo de películas, el engaño aparente es tan sólo la punta del iceberg, pues todos los personajes parecen tener su propio plan para desplumar a los demás, con engaños dentro de engaños y planes dentro de planes.

Hay dos fallas para que esta película logre llegar a la sofisticada comedia que pretende ser: primero, el guión es bastante torpe... con más de dos horas de duración uno esperaría una trama más inteligente o por lo menos más humor, pero la multitud de historias concurrentes que se cuentan no logran complementarse totalmente y en más de una ocasión se estorban, rompiendo el tono humorístico y creando espacios de franco aburrimiento. La segunda falla está en la edición: muchas escenas se cortan abruptamente y otras aparecen en mitad de otras, de nuevo interrumpiendo el flujo del humor y dando la impresión de ser "parches" colocados para innecesariamente complicar la trama o para hacer más larga la cinta. Esas fallas podrán ser de mayor o menor importancia, dependiendo del espectador; a mi me molestaron brevemente, y fueron rápidamente olvidadas gracias al mejor factor de "Estafadoras": los actores.

Así es... esta película cuenta con uno de esos elencos perfectamente ensamblados, donde no se busca el lucimiento de alguien en particular; en vez de eso, se le da total importancia al desarrollo de los personajes, lo que ayuda tremendamente a sortear los agujeros del guión y los traspiés del ritmo humorístico de la cinta. Sigourney Weaver como Maxine es una estafadora veterana y cautelosa que con todo y su inusual ocupación no ha perdido su humanidad ni la fe en un mejor futuro. Jennifer Love Hewitt, a pesar de la mala fama adquirida por su participación en horribles cintas de horror y comedias juveniles (con la honrosísima excepción de la fantástica "Can't Hardly Wait"), demuestra aquí su innegable talento. Su atractivo físico desvía en muchas ocasiones la atención a su desempeño, pero si selecciona con cuidado sus proyectos podrá en el futuro resaltar más por sus actuaciones que por sus escotes, que por cierto, son totalmente justificables en "Estafadoras". Gene Hackman demuestra que además de ser uno de los más sólidos actores dramáticos de la actualidad, no está por encima de hacer comedia burlándose de su edad y apariencia. Excelente papel para un excelente actor. Ray Liotta como uno de los ex-esposos de Maxine se burla también de su eterno papel de mafioso, y para su beneficio tiene las mejores líneas de diálogo de la película ("Soy de Jersey, ¿no?" me hizo reir hasta las lágrimas... si la ven lo entenderán).

"Estafadoras" es una buena comedia que pudo ser mejor con más humor y con una juiciosa edición del argumento. Aún así el brillante elenco la ayuda a superar sus fallas, pero sin totalmente redimirla. Razonablemente recomendable, sobre todo si se gusta de las actrices principales: Sigourney Weaver es, como dicen, "dinero en el banco", mientras que J. Love Hewitt atraerá al público joven. Y como atractivo para fans de Kevin Smith, su frecuente colaborador Jason Lee tiene un papel de mediana importancia que no lo luce mucho, pero espero que le ayude en su carrera.

Calificación: 7

Pablo

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Estafadoras (Heartbreakers)

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