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Antes que nada, quiero enfatizar que soy un gran fanático de las películas de horror y de los efectos especiales. Por lo general voy a ver cualquier película "de miedo" que aparezca en cartelera, sin importarme que tan buena o mala pueda ser. Siento que es mi deber apoyar al género para fomentar la creación y distribución de horror fílmico. Lo mismo sucede respecto a los efectos especiales. He presenciado auténticos bodrios, sólo redimibles (en mayor o menor medida) por la inclusión de algunos segundos de efectos especiales, añadidos en un último y desesperado intento por salvar la cinta y evitar el temido "Dirigida por Alan Smithee".
Escribo esto para que se entienda que mi disgusto con "La Maldición" no deriva de la clásica falta de respeto por el género, que veo con pesar es cada vez más difundida en los medios y en la crítica general.
"La Maldición" empieza muy bien, aunque con la sutileza de un toro en la proverbial tienda de vajillas. Eleanor (Lili Taylor) ha tenido una vida miserable atendiendo a su madre enferma; sus parientes más cercanos (la familia de su hermana) no son ningunos samaritanos y sus prospectos a futuro no podrían ser más negros... excepto que sí lo son.
Atraída por el beneficio monetario ofrecido, accede a participar en un experimento sobre insomnio llevado a cabo por el Dr. Marrow, que tendrá lugar en una casona "en las afueras" (¿dónde más?). Una vez en la casona, Eleanor conoce al Dr. y a sus compañeros de experimento. Pero, como comunmente sucede, las cosas no son lo que parecen ni se desarrollan como se espera.
La primera media hora de la película funciona muy bien como establecimiento de los personajes, motivaciones y premisas generales del argumento. El formidable diseño de sonido es un elemento extremadamente importante para transmitir a la audiencia el temor y ansiedad que sienten los personajes. Es esencial ver esta película en un cine con buen sonido para disfrutar la experiencia completa, como la concibió el director. Disfruté mucho del manejo inicial del horror, completamente psicológico, al menos en esta etapa, haciendo homenaje (o copiando) la filosofía del género fantástico de antaño, "Menos es Más". El director inteligentemente escoge no mostrar las causas del terror, sabiendo que lo desconocido, la amenaza no vista, sino percibida, produce una reacción más visceral, despertando el instinto animal de superviviencia profundamente sepultado en nuestra conciencia acolchonada por la comodidad en la que vivimos.
Entonces, hace su aparición el primer efecto especial.
Toda la tensión generada hasta ese momento se desinfla como una pelota perforada por un alfiler... no con una explosión, sino con un desgano que termina en la apatía. Ya no estamos asustados por lo desconocido. Una vez que vemos lo que nos aterraba, cae perfectamente dentro de los conceptos arquetípicos pre-empacados con los que nos han alimentado toda nuestra vida y toda sorpresa y temor a lo desconocido se evaporan.
De aquí en adelante la película se transforma en una carpeta de presentación para el estudio de efectos especiales de Phil Tippet. El trabajo de efectos es excelente sin embargo, y siempre aprecio ver en el cine imágenes nuevas, por lo que respeto esta obra como objeto de gran belleza artística en el aspecto visual. Los sets, diseñados por Eugenio Zanetti, son sobrecogedores, y serán el estándar contra el cual serán medidas todas las "casas embrujadas" del futuro.
Sin embargo, la tarea de aterrorizarnos, autoimpuesta por la película, salió por una ventana y nunca regresará. Esto es doblemente penoso, considerando el excelente trabajo conseguido en la primera mitad por el director. Una vez más vemos los efectos como un fin por sí mismos en vez de funcionar como herramienta narrativa de ayuda para contar la historia. En ocasiones considero este enfoque como válido; por ejemplo "Tornado" ("Twister"), película previa del mismo director, es una película donde no se pretende llegar a más que asombrarnos con imágenes fantásticas y cumple perfectamente con su función de entretener. Pero cuando se aspira a más, como es en el caso de "La Maldición", la salida fácil de los efectos especiales destruyen nuestras expectativas de ser magistralmente manipulados por las fuerzas invisibles de lo desconocido y de la experta narrativa.


Calificación: 6

Pablo

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La Maldición
(The Haunting)

1999
112 Minutos. Clasificación B.

Dirigida por Jan de Bont
Basada en la novela "The Haunting of Hill House" de Shirley Jackson.
Guión escrito por David Self.

Elenco:

Liam Neeson.... Dr. David Marrow
Catherine Zeta-Jones .... Theo
Owen Wilson.... Luke Sannerson
Lili Taylor.... Eleanor Vance
Bruce Dern .... Mr. Dudley