Rumores, por Pablo

Debo decir que durante los créditos iniciales de "Rumores" recibí un susto que me predispuso contra la película. El susto consistió en ver: "Productor Ejecutivo: Joel Schumacher". Schumacher, como es sabido, es un cineasta que tal vez tiene una cierta visión y como escritor ha sido más o menos laudeado. Pero como director a sueldo ha demostrado ser una nulidad, su principal "logro" siendo el total derrumbe de la franquicia de "Batman", que en algún momento representó uno de los pilares económicos de Warner Bros.

Afortunadamente, "Rumores" no cae en el abismo de repulsión al que nos hemos acostumbrado cuando vemos el nombre de ese director en la pantalla. Tal vez como productor ejecutivo su influencia fue nula, o positiva. El caso es que "Rumores" acaba siendo un competente thriller, tal vez demasiado presuntuoso, pero entretenido.

La historia relata los eventos que se desarrollan cuando tres estudiantes universitarios inician un rumor acerca de una pareja muy conocida en el campus. Su honesto propósito es el de analizar el flujo de dicho rumor, cómo se va esparciendo y cambiando conforma la gente lo propaga. Pero eventualmente el rumor toma un carácter tan negativo que representa un peligro para todos los que se ven envueltos en las consecuencias.

El concepto es ingenioso, y se fundamenta en el eterno análisis del lenguaje y su relación con la realidad. Nada menos que Eric Bogosian, tan arrogante y convincente como siempre, hace las veces de coro griego, en el papel del maestro para quien los tres estudiantes realizan el "experimento". Los parlamentos del maestro sobre la valía y efectos del chisme son bastante obvios, pero tienen la suficiente convicción para sustentar los hechos que se desarrollan en la cinta, cuya trama es bastante más compleja de lo que supone la breve sinopsis que he dado. Una tras otra se van dando nuevas revelaciones que cambian nuestra percepción de los acontecimientos de modo que la película tiene cierto éxito en imitar a las cintas clásicas de suspenso donde no sólo se cuestiona quién es el culpable, sino incluso la veracidad de lo que creemos cierto.

Sin embargo, con todo y su competente y bien estructurado guión, "Rumores" peca de los clichés característicos de este tipo de cintas, sobre todo con un final trillado y absurdo, pero extrañamente satisfactorio. Por lo menos para mí. Parte del crédito está en la diestra dirección de Davis Guggenheim. Bajo su mano, el grupo de jóvenes actores logra evitar la mayor parte de los tropiezos que hubieran podido afectar la credibilidad de los caracteres. Así, James Marsden, virtualmente repitiendo su papel de "Disturbing Behavior", logra mantener la ambigüedad de su personaje, con lo que el suspenso se mantiene, aún cuando se sospecha lo obvio. Joshua Jackson, a pesar de su prominente presencia en los cortos y publicidad de la cinta, tiene un papel secundario, relativamente corto, pero que basta para confirmar que su carisma y marginal talento pueden elevarlo sobre sus juveniles colegas, si escoge guiones con mayor cuidado. Lena Headey como Cathy Jones, la mujer en el trío de protagonistas, se hace notar desde el principio por su mera presencia física. Lo primero que vino a mi mente cuando la ví fue "la nueva Winona Ryder". Headey se le parece físicamente, tiene la voz muy similar e incluso posee esa especie de aburrida y desinteresada actitud al decir sus líneas. Y aunque en primera instancia podría preguntarse que para qué necesitamos otra Winona Ryder, creo que vale la pena seguir la pista de esta actriz, pues se percibe cierto potencial que con un mejor personaje podría traducirse en talento real.

"Rumores" es una película de suspenso que aunque peca de pomposidad, rebuscamiento (sobre todo en ambientación y fotografía) y de ser un poco simplona, logra su propósito de mantener interés mediante su agil e ingenioso guión. El mensaje que transmite, sin ser original, está bien fundamentado, lo que le da un agradable nivel adicional. Quien tenga pobres expectativas sobre esta cinta podrá tener una agradable sorpresa. Y eso es ya bastante bueno en un género que usualmente sacrifica el suspenso real a cambio de sobreactuación y excesos cinematográficos. Para una película hecha originalmente para televisión se logra mantener por encima del promedio.

Calificación: 7

Pablo

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Rumores (Gossip)

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