Las películas basadas en videojuegos tienen en general mala reputación; desde "Super Mario Bros." hasta "Tomb Raider", han mostrado que lo que funciona como entretenimiento interactivo no siempre se traduce en una historia interesante. Esto no es culpa de los videojuegos, propiamente. Diría que el problema yace en la repetida costumbre que Hollywood tiene de copiar conceptos exitosos previos y tratar de integrarlos a nuevos personajes y situaciones, buscando el balance entre lo ya probado y lo novedoso.
La película "Final Fantasy" es un poco culpable de esta práctica. Para empezar no tiene relación alguna con los videojuegos (¡no hay chocobos!) excepto por el nombre y su director, Hironobu Sakaguchi. Además, la historia es una repetición de la más barata ópera espacial, con un enemigo casi invencible atacando la Tierra, y con un grupo de héroes fotocopiados de "Aliens". Para tratar de hacer única la historia se agregó un puñado de conceptos ecológicos que no hacen sino enlodar la simple trama, restarle sentido y poner a prueba nuestra credulidad. Y nada de eso impidió que yo disfrutara bastante esta película..
Pero sea usted el juez: al comienzo de la cinta vemos a la Tierra como un estéril planeta, con las ciudades devastadas y la humanidad recluida en pequeñas áreas rodeadas de un campo de fuerza que la protege del invasor extraterrestre culpable de la desolación en el planeta. Resulta que años atrás cayó un meteorito que contenía una forma de vida extraterrestre aparentemente intangible y casi invisible, cuyo mero toque destruye todo lo orgánico, extrayéndole su "espíritu". No quedan ya animales ni plantas. Pero el Dr. Sid (voz de Donald Sutherland) y su discípula, la Dra. Aki Ross (voz de Ming-Na Wen) parecen tener la solución para derrotar a los invasores, así que con ayuda de un grupo de soldados encabezados por el Capitán Grey (voz de Alec Baldwin) se dan a la difícil tarea de buscar "espíritus compatibles", los cuales son indispensables para la creación de un arma que eliminará a los extraterrestres sin dañar el planeta. Mientras tanto, el General Hein (voz de James Woods) tiene otros planes: él propone el uso de un cañón orbital, llamado Zeus, que tal vez derrote a los invasores, pero seguramente dañará el planeta más de lo que ya está. Entonces, además de lidiar con los alienígenas, los héroes tienen también que preocuparse por las estrategias políticas de Hein, quien busca la extinción de los extraterrestres más por beneficio personal que por auténtico altruísmo.
La historia es trillada, los diálogos son risiblemente torpes y la actuación de voces es apenas adecuada. Pero lo que realmente separa a "Final Fantasy" de la masa de mala ciencia ficción es el aspecto visual.
Como mucho se ha publicitado, esta es la primera película de largo metraje, producida por un estudio de Hollywood que pretende utilizar actores artificiales, fotorrealistas y supuestamente indistinguibles de los reales. Francamente no ha logrado tal propósito. Aunque hay varios personajes sorprendentemente reales, sus expresiones faciales traicionan inmediatamente su origen digital. Pero lo importante no es el que parezcan reales o no. La cinta ha creado una plástica totalmente nueva... sin ser totalmente real, tampoco puede considerarse como una burda caricatura. El diseño de vehículos y escenarios es fantástico, y la extraña mezcla de irrealidad conceptual con realismo visual ofrecen algo auténticamente nuevo, siempre y cuando uno ignore la cansada historia. Aunque he dicho en repetidas ocasiones que los efectos, por buenos que sean, no son reemplazo de una buena historia, tal vez llegó el momento de reevaluar esa posición. Los efectos no reemplazan una buena historia, pero en un medio visual, como el cine, pueden trascender una trama deficiente cuando la maestría técnica mostrada es tan impresionante como lo es en "Final Fantasy".
Más que "La Amenaza Fantasma", más que "Matrix", "Final Fantasy" es la primera muestra real, plenamente realizada, de la viabilidad de los efectos especiales como substituto y expansión de la realidad cinematográfica, no sólo en cuanto a su uso como herramienta técnica, sino como origen de un nuevo estilo neo-real, que tal vez precede la evolución del entretenimiento masivo al mítico cyber mundo. Cada vez se ve más cerca el futuro Gibsoniano de novelas como "Idoru" o "All Tomorrow's Parties", donde la realidad es totalmente subjetiva al espectador.
Pero dejemos el futuro a los futuristas.
La película "Final Fantasy" no es una buena cinta de ciencia ficción. En
vez de eso, es un fascinante experimento sobre el nuevo cine, con ciertas
fallas, pero con resultados mayormente positivos. No hay que verla por su
historia, sino por su valor histórico como precursora de una técnica tan importante
como en su momento lo fué el sonido o el color en el cine. Recomendada a pesar
de su predecible trama.
Calificación: 8
Imagen © 2001 Columbia Pictures
Columbia Pictures
2001
106 minutos
Dirigida por Hironobu Sakaguchi y Motonori Sakakibara
Escrita por Hironobu Sakaguchi, Al Reinert, Jeff Vintar y Jack Fletcher
Editada por Chrispopher S. Capp
Elenco (voces):
Ming-Na .... Dra. Aki Ross
Alec Baldwin .... Grey Edwards
Ving Rhames .... Ryan
Steve Buscemi .... Neil
Peri Gilpin .... Jane
Donald Sutherland .... Dr. Sid
James Woods .... General Hein