Conspiración por Pablo

A primera vista, "Conspiración" parece una intriga política norteamericana más, poco relevante para el resto del mundo. En realidad, es una excelente historia con un buen mensaje, que sólo hace uso de los más elevados niveles del gobierno estadounidense como marco para denunciar el eterno doble criterio que se usa para juzgar a las mujeres con más dureza que a los hombres.

La historia se centra en Laine Hanson, una competente senadora de los Estados Unidos, quien es propuesta como reemplazo del fallecido Vicepresidente. El público y parte del congreso se inclinaba más por un gobernador para esa posición, pero el Presidente quiere poner a una mujer en el puesto como símbolo del progreso social por el que tanto ha luchado. Pero su elección tiene muchos detractores, principalmente en la forma del jefe del comité del Congreso, Shelly Runyon. En su intento por evitar que Hanson se convierta en Vicepresidente, Runyon investiga su pasado y encuentra ciertos hechos que aunque no son políticamente válidos, pueden minar la credibilidad moral de la senadora, por lo que decide explotarlos del modo más apropiado a sus intereses.

La estructura básica de la película es la del consabido drama de juicio, en el que casi la totalidad de la cinta es dedicada a las luchas verbales entre los personajes, cada uno expresando su opinión y peleando por prevalecer. En estos casos hace falta un buen guión y mejores actores para mantener el interés, especialmente considerando que el público contemporáneo está muy malacostumbrado por los frenéticos estilos que visten al cine actual, buscando relevancia o interés donde no lo hay.

Afortunadamente, "Conspiración" sobresale en esos dos aspectos; el guión, de Rob Lurie, es extraordinario en su forma y fondo. Los diálogos son afilados, los razonamientos impecables y el ritmo perfecto. Más aún, la motivación de los personajes está muy bien fundamentada, y sus acciones son lógicas y consistentes con sus personalidades. Y como director, Lurie ha ensamblado un elenco de primera línea compuesto no por "estrellas", sino por auténticos actores y actrices que aportan su gran talento al ya brillante guión. Joan Allen como la senadora Laine Hanson es arrolladoramente competente, pero no es un hombre con falda; ella ha logrado incorporar a su personaje los valores y tonalidades de una mujer trabajadora, enfrentándose día tras día con un ambiente dominado por los hombres. Jeff Bridges entrega un presidente idealista, estratega y directo, con la natural arrogancia que ese puesto confiere. Pero el mejor papel es el de Gary Oldman como Shelly Runyon (no en balde es el productor de la cinta). Está lleno de detalles y sutilezas que lo elevan de común villano a un ser humano ambiguo pero eficiente. Nunca sabemos si sus intenciones son honorables o no, o si su actitud proviene de auténtico patriotismo o de simple misoginia. Una muy valiente actuación que recompensa no con la simpatía del público, sino con la satisfacción de un excelente desempeño. Una actriz secundaria que llamó mucho mi atención fué Kathryn Morris como una agente del F.B.I. encargada de investigar el pasado de la senadora. Su papel es corto, pero su gran presencia y excelentes parlamentos logran que se robe todas las escenas en las que participa.

Hay muchas personas que tienden a ver este tipo de películas como meros ejercicios en indulgencia norteamericana, cuyo propósito no es sino echarse porras a sí mismos, vitoreando su supuesta grandeza... cerca del final de la película hay un ferviente discurso que desafortunadamente cae en esta situación. Sólo faltan fuegos artificiales para acompañar la rimbombante y patriótica música. Pero aunque puede resultar ridículo para el público extranjero, dicho final es innegablemente satisfactorio. Y no debe perderse de vista que el válido mensaje de la cinta no es la exaltación de los Estados Unidos, sino la crítica de sus sexistas políticas.

Una cinta valiente, hipnótica y enormemente entretenida, gracias al fino guión y a las extraordinarias actuaciones. En mi opinión, criminalmente ignorada por los Óscares, pero eso no es mucha novedad. Muy recomendada.

Calificación: 9

Pablo

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Conspiración (The Contender)

Conspiración
(The Contender)