Al Diablo con el Diablo, por Pablo

Desde hace años me extraña que Harold Ramis no sea tenga más notoriedad como director de comedia, pues sus películas resultan ser consistentemente excelentes, mientras que gente como Jay Roach o Ivan Reitman se ponen de moda por uno o dos éxitos, ignorando su terrible carrera.

Ramis siempre busca (o escribe) guiones donde la comedia está fuertemente fundamentada en la caracterización. Es decir, sus personajes reaccionan humorísticamente ante las situaciones que se les presentan, manteniendo su dignidad y respetando su identidad establecida. Este tipo de comedia, necesariamente preciso y estructurado, puede en ocasiones parecer frío. Afortunadamente Ramis pone igual cuidado en mantener y exaltar la humanidad de sus protagonistas.

Creo que su mejor película ha sido "Groundhog Day", en la que Bill Murray re-vive el mismo día, una y otra vez mientras aprende a ser una mejor persona. Este concepto, el poner a un humano emocionalmente deficiente en un entorno fantasioso para que resuelva sus conflictos internos, también forma el tema central de su nueva película, "Al Diablo con el Diablo". Aunque es una nueva versión de una cinta filmada hace 33 años, respeta completamente el estilo narrativo de este hábil director.

La historia sigue a Elliot Richards, un reprimido pero extrovertido trabajador de clase media, quien, en vista de su patético comportamiento social, recibe una visita del diablo, quien le ofrece siete deseos a cambio de su alma. Como en muchas historias similares, sin embargo, los deseos no son lo que el protagonista inicialmente piensa, lo que lo lleva a experimentar diversos estilos de vida buscando el que mejor le acomode.

Para lograr que una historia tan trillada tenga resonancia con el público contemporáneo, el director ha hecho uso de dos buenos actores dramáticos que por azar o diseño han tenido más éxito en películas de comedia. Brendan Fraser hace buen uso de su expresividad al encarnar a Elliot, quien es lo suficientemente patético como para congraciarse con el público, pero manteniendo su humanidad y credibilidad en las extrañas circunstancias que lo rodean. Su actuación es un poco simplona, pero queda bastante bien ante la difícil tarea de adoptar varias personalidades al encarnar a diferentes personajes durante los eventos que sus siete deseos desencadenan. Elizabeth Hurley siempre ha recibido las críticas acostumbradas por ser una modelo convertida en actriz. Quien dude de su talento debería ver "Permanent Midnight" o "Mad Dogs and Englishmen" para confirmar que está al nivel de muchas de sus colegas. Además de esto, tiene buen instinto humorístico, y posee la suficiente confianza para burlarse de sí misma para conseguir el mejor efecto posible en las comedias en las que ha participado. En "Al Diablo con el Diablo", como el mencionado diablo, su actuación es sencilla, pero eficiente, y llena de detalles que acentúan la traviesa naturaleza de su personaje.

El resto del elenco, por su corta presencia en pantalla no queda muy bien librado, pero finalemente esto ayuda a la cinta. El eje de la película es la interacción entre Fraser y Hurley, de modo que tal vez es para bien que ningún actor secundario trate de robarse la cinta.

El guión es bastante gracioso y en ocasiones hasta incisivo, pero cerca del final la obligada amable resolución parece hacer trampa al no ser muy consistente con lo que se estableció desde el principio. Pero dado el carácter de la película esta no es una falla fatal, y no impide que se pueda disfrutar como lo que es.

Aunque también disfruto mucho de la comedia escatológica de los hermanos Farrelly o de Trey Parker y Matt Stone, siempre es bueno ver a un talento veterano como Harold Ramis al frente del humorismo elegante que en tiempos recientes se ha ausentado ante la invasión de la vulgaridad y el exceso. Es bueno saber que cuando esa moda pase, habrá gente como Ramis, elevando el oficio. Y aunque "Al Diablo con el Diablo" no sea su mejor obra, es bastante recomendable para pasar un buen rato.

Calificación: 8

Pablo

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Al Diablo con el Diablo (Bedazzled)

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