Estamos horriblemente acostumbrados a la receta del thriller moderno, donde
un villano enloquecido usa alta tecnología para hacer de las suyas,
mientras que el policía/agente del FBI/detective/chef o lo que sea
usan su ingenio, pierden a su compañero y finalmente salvan al presidente/mundo/ciudad/honor
o similar. Es por eso que me da mucho gusto ver un thriller genuinamente original,
subversivo y espectacularmente bien hecho que se rehusa a seguir la fórmula
probada y aceptada. No quiero mencionar de que trata, porque funciona mucho
mejor entre menos sepa uno lo que pasa. Baste con saber que el "villano"
de la película es el terrorismo local en los Estados Unidos. Los actores
son brillantes, y prestan a sus personajes una profundidad raramente vista
en el cine actual, sea de thriller, acción o dramático. El guión
es lo suficientemente inteligente para evitar usar clichés en vez de
caracterización. Cuando pasa eso, siento que el escritor o director,
por flojera o falta de talento, prefiere tomar un personaje pre-armado para
ahorrarse el trabajo de desarrollarlo. Afortunadamente en esta ocasión
el director decide confiar en sus actores para construir personajes completamente
creibles que provocan empatía por parte del espectador.
La trama, un poco elaborada, pero perfectamente clara, se desarrolla con cierta
lentitud, pero nunca se vuelve tediosa o aburrida. El ritmo deliberadamente
lento de la película funciona perfectamente para crear tensión
y se las arregla para darle a la historia un par de vueltas para que tengamos
oportunidad de examinarla desde varios ángulos y saquemos nuestras
propias conclusiones.
Inicialmente mi interés por esta película radicaba en el director,
Mark Pellington, quien ha dirigido algunos de los videos musicales cuyo estilo
cambió (y sigue cambiando) esa industria. Yo esperaba ver una película
regular, pero con gran cuidado puesto en las imágenes y técnicas
visuales, como con frecuencia ocurre con ex-directores de videos y comerciales
(por ejemplo, Russell Mulcahy con su "Highlander" o Alex Proyas
con "The Crow"). Para mi sorpresa, el énfasis no está
en la forma, sino en el fondo, que a la larga es más importante y resulta
en una experiencia más satisfactoria.
Esto no significa que el aspecto visual no esté muy pulido. Visualmente
es muy atractiva y permite disfrutar plenamente del aspecto de imagen de Panavisión.
Pellington sabe utilizar cada centímetro de la pantalla del mejor modo
posible y sus encuadres reflejan un gran sentido visual que es lo suficientemente
sutil para no anteponerse a la narrativa. Esto es un agradecido cambio de
la tendencia actual de no utilizar esta herramienta por las consideraciones
comerciales que implica la futura exhibición en video de las películas.
El director sabe que cuando se transfiera a video, su encuadre perderá
casi la mitad de imagen, por lo que prefieren mantener encuadres sencillos,
que se adapten fácilmente a la televisión.
Finalmente quiero enfatizar que esta es una película agresiva, que
debe verse aunque sea para confirmar que no todo lo que sale de Hollywood
se hace por comité, ni se limpia y homogeiniza para su consumo masivo.
Todavía hay lugar para creadores valientes que se atreven a retar a
su público, incluso si es a costa de la aceptación popular.
Con un par de películas para cine y televisión y varios videos
en la bolsa, Mark Pellington merece la atención del público
en sus futuros proyectos.
Yo desde luego estaré esperando.
Calificación: 9
1999
119 Minutos. Clasificación C.
Dirigida por Mark Pellington
Escrita por Ehren Kruger
Elenco:
Jeff Bridges .... Michael Faraday
Tim Robbins .... Oliver Lang
Joan Cusack .... Cheryl Lang
Hope Davis .... Brooke Wolfe
Robert Gossett .... FBI Agent Whit Carver