Creo que Kevin Spacey es uno de los actores más complejos que trabajan
en la actualidad en el cine hollywoodense. Con esto no sólo quiero
decir que es un actor brillante, sino que su personalidad, su carisma, evoca
niveles de complejidad en sus personajes que van mucho más allá
de las frías descripciones y diálogos del guión. Hasta
hace poco parecía que este extraordinario actor iba a quedarse encasillado
cómodamente en papeles secundarios de villano o genio (como el tristemente
desperdiciado Samuel Jackson). Hacía falta un papel como el de "Belleza
Americana" para consagrarlo definitivamente y ponerlo en el mismo nivel
que Robert DeNiro, Morgan Freeman o Al Pacino. De ese tamaño.
Es inútil tratar de describir con precisión "Belleza Americana".
Baste decir que se trata de un estudio de dinámicas relacionales que
toma la forma de una comedia negra, tal vez para suavizar un poco la ferocidad
de los comentarios que se hacen sobre las familias contemporáneas y
la sociedad que constituyen.
El director (desconocido por mi hasta ahora) Sam Mendes eleva el ya notable
guión con su estilo visual. Cada escena, cada cuadro trabaja en función
de la historia y de los personajes. Su uso de luz y sombra, de composición,
incluso de diferentes texturas (como video), complementa las actuaciones y
refuerza las ideas transmitidas.
Y que ideas. Creo que "Belleza Americana" es una especie de "Fight
Club" para matrimonios. El tema predominante es el mismo desprecio por
las máscaras sociales que se usan continuamente para convencer a otros
(y a nosotros mismos) de nuestro lugar en la sociedad, y en un contexto más
amplio, en la humanidad.
También denuncia con igual ironía el hecho de que en muchas
ocasiones esas máscaras acaban convirtiéndose en la realidad,
con el individuo original perdido en el mar de actitudes, inseguridades y
pretensiones que plagan la vida en sociedad.
Como mencioné, Kevin Spacey es absolutamente perfecto en su papel de
padre de familia cansado de dichas máscaras, pero con tal apatía
que no hace nada para cambiar las cosas. Su papel no sólo requiere
presentar convincentemente el personaje, sino mostrar su evolución
de forma plausible, y todo ello caminando en la delgada línea que separa
el humano de la caricatura. Esta es una de las mejores actuaciones de año,
y aunque los famosos "Oscares" no representan valor artístico
significativo, espero que Spacey lo gane porque sólo así logrará
el reconocimiento que se merece.
Pero como en las mejores películas, el resto de los actores debe ser
tan bueno como el protagonista. Anette Benning representa magníficamente
a la esposa ensimismada en su mundo de ambición y apariencias sociales.
La hija de este disfuncional matrimonio es la muy talentosa Thora Birch, que
junto con Mena Suvari demuestran ser actrices jóvenes con talento más
allá de sus años, que fácilmente pueden elevarse de sus
roles previos en comedias estudiantiles ligeras.
Otro elemento que llama fuertemente la atención es la música;
la banda sonora es muy emotiva y eficaz en su tarea de puntuar las emociones
de los personajes y el dramatismo irónico de la trama. Las canciones
que se usan no sólo ambientan perfectamente, sino que sirven de analogía
a la personalidad de las personas que las escuchan en la película.
En resumen, esta es una asombrosa película de un director que tiene
pleno control del medio para contar historias complicadas y significativas,
pero a la vez accesibles, que logran lo que parecería imposible: una
visión cínica y la vez cálida de la condición
humana.
Calificación: 10
1999
119 Minutos. Clasificación C.
Dirigida por Sam Mendes
Escrita por Alan Ball
Elenco:
Kevin Spacey .... Lester Burnham
Annette Bening .... Carolyn Burnham
Thora Birch .... Jane Burnham
Wes Bentley .... Ricky Fitts
Mena Suvari .... Angela Hayes
Peter Gallagher .... Buddy Kane
Chris Cooper .... Coronel Fitts
Allison Janney .... Barbara Fitts