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Crítica por Joaquín R. Fernández

Los patriarcas de la cinematografía actual, aquellos críticos y cinéfilos que se ven deslumbrados por supuestos realizadores innovadores e irreverentes, desprecian con pasión la labor de verdaderos artesanos que, por estar dentro de la sombra de Hollywood, jamás considerarán como autores de talento. Por mi parte, sólo puedo decir que adoro a Robert Zemeckis, su obra me ha hecho amar el cine y descubrir lo difícil que es entretener al espectador, tarea en la que él ha alcanzado un nivel de maestría que, desgraciadamente, no es del todo reconocida. Muchos le achacan su servidumbre hacia Spielberg (¿acaso hay alguien que no tenga un mentor, ídolo o maestro?, ¿nacemos aprendidos?) y otros tantos se olvidan por completo de que estamos hablando de un genio de la imagen, de un director que puede hacer lo que se le antoje con la cámara. ¿Significa eso que descuida el contenido y se centra en la evasión y en lo formal? Evidentemente, no (y a Forrest Gump y Contact me remito), aunque si lo hiciera, ¿qué mal habría en ello?. En todo caso, Zemeckis sabe emocionar, sabe construir unos personajes con vida, cuyos padecimientos y alegrías llenan al espectador y lo envuelven, transmitiéndoles así sus sentimientos. Evidentemente, todo esto sucede también en Náufrago.

Náufrago tiene cuatro partes bien diferenciadas. Quizás la primera y la final son las más flojas, no porque sean malas, sino porque se nota cierto vacío en las cuestiones planteadas; es como si faltara algo, probablemente un desarrollo más nítido del personaje interpretado por Tom Hanks (sólo conocemos rasgos de su personalidad cuando se entera de que un compañero de trabajo tiene a un familiar que padece cáncer; la mirada perdida del actor lo dice todo al respecto). Si lo que se pretendía era establecer una evolución en el modo de vida de Chuck, entonces el guionista ha fallado en su intento. Por suerte, Zemeckis y Hanks palían las deficiencias del libreto y pronto el espectador se percata de que ellos son las verdaderas estrellas de la función, aportando su talento al discurrir de la historia (basta con fijarse en la parte del metraje que transcurre en la isla y en alta mar y que dura una hora y media). Zemeckis aporta sus excelencias visuales en escenas tan portentosas como las del accidente aéreo, donde prácticamente tomamos el punto de vista de Chuck, angustiándonos por sus esfuerzos intentando escapar de la cárcel de agua y metal que lo rodea. Posteriormente, el director vuelve a recurrir a este tipo de realización cuando el protagonista intenta huir del islote atravesando las olas; de hecho, los impactos de éstas contra Hanks los sentimos como propios, de ahí la efectiva y necesaria tensión conseguida. Además, planifica muy bien todo el tiempo que acompañamos a Chuck en la isla, y lo hace narrando la historia con breves secuencias que nos van desgranando las "hazañas" de aquél que se ha quedado atrapado entre la naturaleza. Sus decepciones son las nuestras, sus triunfos nuestra alegría.

Me gustaría reseñar, por cierto, la habilidad del director con los efectos especiales, tal y como sucede cuando el náufrago sube a lo más alto de aquel solitario paraje en el que se ha visto recluido. Cuando la cámara se eleva y percibimos, por encima de Hanks, los contornos de la isla y del mar que se extiende a su alrededor, la sensación de vértigo es incuestionable. Pero decía al principio que la emoción es algo que últimamente Zemeckis no descuida; sólo voy a poner un ejemplo de por qué el director de Contact sale airoso en este sentido: ¿cómo es posible que los avatares de una pelota puedan conmovernos? Con decir esto el que haya visto la película me entenderá. Alan Silvestri sólo ha compuesto un tema central para Náufrago. El director ha optado por potenciar los efectos sonoros frente a la música, y aunque yo creo que una buena partitura es fundamental para acompañar a unas imágenes tan bellas como las aquí visualizadas, no dudo de la buena intuición de Zemeckis: con ello ha conseguido reflejar la angustiosa soledad del náufrago. Por ello, la partitura de Silvestri es funcional, pero ni por asomo podrá ser considerada como una de sus mejores obras.

© 2001 Joaquín R. Fernández

La Butaca

Náufrago
(Cast Away)

Imagen propiedad de Dreamworks

Dreamworks
2000
143 minutos

Dirigida por Robert Zemeckis
Escrita por William Broyles, Jr.

Elenco:
Tom Hanks .... Chuck Noland
Helen Hunt .... Kelly Frears
Nick Searcy .... Stan
Christopher Noth .... Jerry Lovett
Lari White .... Bettina Peterson